Los clientes ya no saben qué hacer para lograr cortar el servicio
Vivimos la época de Internet, de la velocidad de la información, de la inmediatez, de las redes sociales, de las videollamadas desde lugares perdidos del planeta… la tecnología se ha apoderado de nuestro día a día y en este contexto los operadores que distribuyen el servicio de telefonía e internet se han venido arriba. Movistar es un claro ejemplo.
Porque Movistar es además el operador más poderoso. Tiene una televisión de pago de altísimo nivel y un sinfín de servicios. Es el más caro, eso sí, pero lo normal es que funcione a la perfección. Salvo problemas en función de la localización.
Clientes a disgusto siempre hay
Sin embargo, clientes a disgusto siempre existen, en todos lados. Y en este caso, son tantos miles de millones los clientes que tiene Movistar tanto en España como en países de América Latina, que no presta la más mínima atención a aquellos clientes molestos.
Vale que una de las razones de Movistar para no perder el tiempo con las quejas de los clientes es que, precisamente, tienen muchos clientes. Pero también hay un poco de parte de culpa en la dificultad que entraña el proceso en cuestión.
Una odisea darse de baja
Porque en las tiendas no se puede dar de baja, al menos en ellas dicen que están solo para vender. Ellos siempre redirigen a la atención telefónica en el 1004, pero en esa línea lo normal es que se haga eterno. Al final la paciencia muchas veces se agota y los clientes cuelgan sin éxito.
En resumen, la odisea para darse de baja de Movistar es tremenda. De ahí que Movistar no se deje demasiadas energías en tratar mejor a aquellos clientes que tienen problemas con los servicios de telefonía o internet contratados.