El caos telefónico provoca la paradoja de que no es posible ni siquiera enriquecerlos más
La tecnología ha avanzado a pasos tan agigantados que con la pandemia del coronavirus se ha dado una situación con las principales empresas de banca o telefonía que no se había previsto con anterioridad. El BBVA es una de las entidades que se ha visto claramente afectada por esta nueva tendencia que hace que los clientes se vean abandonados a su suerte.
Porque la tecnología ha permitido reducir el personal en este tipo de empresas. Ya no se requieren tantos telefonistas si con un operador se puede realizar todo. No hace falta tanto personal en las oficinas porque ahora a través de la App o de la web se puede gestionar todo.
Citas por telefóno
Sin embargo, con la pandemia, la necesidad de distancia social ha hecho que muchos clientes no se atrevan a acudir al banco de forma física para evitar posibles contagios. Por este motivo, para hacer alguna gestión que antes se requería presencia, se opta por establecer citas por teléfono.
Y resulta que no se había previsto una situación así. Es evidente que nadie puede prever una pandemia mundial. Pero el hecho de reducir de forma tan drástica el personal ha hecho que muchos bancos como el BBVA se vean sorprendidos por una situación nueva.
Nadie coge el teléfono
Y es que al tener tantos operadores automáticos en las líneas de teléfono, es muy complicado contactar con una persona que conozca bien la situación y pueda resolver el problema. Entre los ERTEs que han reducido el personal y la tecnología que ya lo había hecho previamente se han mostrado indefensos.
Y choca especialmente el caso de un cliente que ha recurrido a las redes sociales para dejar bien claro la inoperancia de un sistema que ya no puede ni siquiera atender un caso de ingreso de dinero. Ni siquiera para recibir más dinero el BBVA puede reaccionar.
