Los efectos de la fusión y del coronavirus deja muchos afectados en la entidad catalana
Los últimos meses están siendo muy moviditos en Caixabank. La fusión en ciernes con Bankia, sus posibles consecuencias en los clientes y los efectos de la pandemia, están creando muchos problemas. Porque hay muchos frentes a los que atender. Y al final los afectados más claros terminan siendo los mismos: los clientes.
Más allá de la pandemia, la revolución tecnológica de los últimos tiempos estaba llevando a los bancos a cambiar gran parte de las estructuras. Porque ahora la mayoría de gestiones se pueden hacer vía App. Además de poder pagar con el teléfono los principales recibos también.
El gestor personal
Pero hay una cosa que debería permaneces siempre en un buen banco. El trato personal a cada cliente. En esa cuestión, Caixabank había creado la figura del gestor personal. Es decir, una persona que está siempre disponible para atender telefónicamente cualquier duda o gestión.
Como su propio nombre indica, la figura del gestor personal viene a ser alguien que le pones cara y nombre. Que hace menos impersonal el trato y facilita mucho la tarea. Pues bien esta figura del gestor personal es una de las principales consecuencias de estos nuevos tiempos.
Clientes indefensos
Porque con las negociaciones con Bankia para cerrar la fusión, las oficinas cerras por efecto del Covid-19, las vacaciones… son muchas las consecuencias nefastas en los clientes de Caixabank. Y una de las peores es la ausencia de gestor personal.
Así lo ha asegurado uno de sus clientes, que dice que el número de su gestor no existe, que en su oficina nadie coge el teléfono y que no encuentra una vía por la que comunicarse con Caixabank. Se siente totalmente abandonado a su suerte.
