Con esta nueva y maravillosa idea se busca suplir la necesidad de interconexión en zonas críticas
Si hay que realizar un sondeo mundial sobre qué es lo que comanda la lista de deseos en cuanto a la vanguardia de temas que recubren este entorno, sin duda las conexiones son una de las más importantes. Y es que la red de Internet, por cable que es la que rige hoy en día no alcanza a llegar a todas las zonas de este planeta. Esto como factor de inclusión, no solo de un sector en específico, sino componiendo una mirada más macro.
Bajo esa perspectiva algunas compañías tienen esto dentro de su zona inicial en la lista de prioridades. Tesla es una de ellas y la idea que tienen en mente si que dará de qué hablar. Parten de una premisa, y es que casi la mitad de la población mundial no tiene acceso a la conexión, pues los cables que se deben propagar de forma subterránea necesitan de un entorno saludable para ser insertados. Zonas rurales casi siempre quedan fuera, y este termina siendo siempre su mayor pecado.
Lanzar diferentes satélites, la nueva mirada macro
Y ¿Cómo van a lograr abarcar una mayor zona territorial sin tener que incurrir en esquemas de tradición? pues es muy sencillo, lanzando satélites. Al esquema ya posicionado hay que sumarle uno que ya ha empezado a regir en ciertas zonas, el Internet satelital. Este sistema goza de otras bondades que a las personas bien les puede significar una respuesta mucho más certera a sus necesidades.
Starlink, una constelación que cubre a Musk y SpaceX, pretende lanzar a órbita una suma igual o similar a 42.000 satélites en todo el mundo. Esto hace que exista menos interferencia, al inducir la latencia a sus medidas mínimas tras aplicar varios conceptos técnicos. Es una visión de Internet instantáneo, mucho más seguro y planteado de una manera ambiciosa.
El paralelo entre lo antiguo y lo novedoso deja ver el real poder de esta iniciativa
Lo que se conoce de conexión satelital en la actualidad dista mucho de las esquematizaciones de proyección. En el momento, solo algunos satélites operan bajo esta premisa; el más famoso tiene el tamaño de un autobús y induce un viaje por arriba de las 22.236 millas, lo que hace que la entrega sea retrasada y presente mucha corte en la intensidad. Además, como está destinado a servir a muchos usuarios, se limita sus opciones de almacenar datos, y minimiza la velocidad final.
Ellos por su parte quieren hacerse con un porcentaje mínimo en el campo de las tecnologías de comunicación por un valor de 1 billón de dólares al año, y pretenden ganar entre 30 y 50 mil millones de dólares por año regular. Para ello lanzarán esta cantidad de satélites, que cubren un mayor espectro, y logran ponerse a una distancia mucho menor. Esto favorece a las conexiones, permitiendo ser más estables y veloces. Dichos satélites estarán en constante movimiento, y de paso favorecen esa premisa de suplir una necesidad más amplia.
