Salen a la luz los tejemanejes de la popular tienda de ropa low cost
En los últimos tiempos, con el avance de la tecnología, también se han asentado distintas formas de comprar que antes no se tenían en mente. La compra online, por supuesto, ha generado un gran impacto. Pero ahora, en los tiempos que corren, ahorrar es fundamental y de ahí que hayan aflorado establecimientos low cost como Primark.
Primark se ha asentado como un de las tiendas de ropa más demandadas por absolutamente todos. La espiral de consumismo en la que nos encontramos hace que sea la tienda perfecta tanto para los que más tienen como para los que menos.
Primark un fenómeno de masas
Porque los ricos, recurren a Primark para saciar el hambre de comprar casi todos los días y los más pobres por motivos obvios, el precio de sus prendas. Pero si nos paramos a pensar qué ocurre realmente con la ropa de Primark seguro que no entendemos dónde ganan dinero.
Pues bien, es cierto que tienen poco orden en las tiendas, que está todo como a granel, pagan a pocos empleados y le sacan poco margen a la ropa que venden. Pero al venderse de forma masiva ese margen termina haciéndose más amplio.
Las camisetas a 2 euros
Pero una cosa es precio asequible y otra esas ofertas que suelen tener de camisetas a 2 euros. Se trata de camisetas de una tela muy pero que muy barata, que tiende a romperse de forma fácil y que incluso con los lavados en la lavadora ya pierden color y tamaño.
Sin embargo, la mentalidad de un consumidor que compra camisetas de 2 euros es, ni más ni menos, que acudir a comprar más. Con esa excusa de “total, vale 2 euros”… Y al final se terminan comprando 20 camisetas de 2 euros, que ya son 40 euros, cuando el gasto de Primark en la elaboración es mucho menor.