Las claves de negocio en la red no casan nada bien con la política de precios extra bajos de la compañía y las ventajas de las que gozan en los locales comerciales
Primark es uno de los fenómenos de consumo más fuertes de los últimos tiempos. Porque el plan estratégico reúne en el mismo establecimiento dos necesidades básicas. Por un lado el acceso a la ropa de todo tipo a un precio irrisorio, ideal para familias de clase social baja. Pero por otro, activa ese espíritu consumista más típico de las clases medias altas.
No hay casi nadie que pase un primark y pueda resistir la tentación de comprar algo. Camisetas a 2 euros, por ejemplo. Con un billete de 50 euros en Primark se puede comprar toda la ropa de verano de una familia entera. De ahí que sus tiendas siempre estén a rebosar.
¿Qué pasa con la venta online?
Sin embargo, en una época como la que vivimos, donde la tecnología se ha apoderado de todo, sorprende especialmente que una empresa como primark no tenga el servicio de venta online. No lo tiene en Estados Unidos y no lo tiene en España.
Según los altos cargos de la compañía se debe a que la política de bajos precios no suele funcionar del todo en la venta por Internet. Por Internet se busca producto de calidad y ahorrar las molestias de acudir a la tienda. Pero en Primark lo que gusta es ir a la tienda.
Las ventajas del público masivo
Es más, los centros comerciales donde hay un Primark se llenan de gente. Tanto que se aprovechan de esa gente la restauración, los cines y los locales aledaños. Por esta razón, los alquileres de locales comerciales suelen ser medio regalados si estamos hablando de poner un Primark.
Porque el beneficio de las oleadas de gente que atrae repercute en la salud económica de los demás también. Esa es la razón de que no exista venta online. El miedo a perder ese arsenal de clientes y sobre todo no beneficiarse de las suculentas ventajas.