La cadena de supermercados sigue sorprendiendo con su amplia gama de productos
Lidl ha revolucionado el mercado con un dron de apenas 25 euros. Esta tecnología, en claro auge de popularidad, genera muchos problemas de seguridad, ya que para los radares suponen objetos volantes no identificados y en según que lugares encienden todas las alarmas.
Sin embargo, para muchos es un simple juguete. Un pasatiempos divertido. Normalmente es un objeto muy caro, pero aquellos que estén pensando iniciarse en este mundillo, el dron de Lidl seguro que es un gran comienzo. Es un producto de tecnología sofisticada y de precio prohibitivo generalmente. Pero Lidl una vez más da un golpe en la mesa.
El dron de Lidl un paso más en su ambiciosa estrategia
A nadie se le escapa que Lidl es un supermercado. Está hecho para hacer la compra. Pero cada vez vemos más iniciativas derivadas hacia otros campos. En la moda, las zapatillas de Lidl causaron tal furor que en reventa se ha llegado a pagar a más de 1000 euros.
Otro ejemplo es el robot de cocina, que según los usuarios nada tenía que envidiar a la Thermomix. Claro, a precio muy inferior. De hecho, la cadena de supermercados alemana fue denunciada precisamente por los dueños de Thermomix. Ahora, en un campo en auge como los drones, Lidl saca un dron por apenas 24,99. Se trata del dron RC.
Expectativas de ventas, un problema de seguridad
El problema de los drones es que se están empleando para enviar imágenes por satélite en zonas bélicas, para vigilar el tráfico o para comprobar ahora en tiempos de pandemia que nadie se salta los cierres perimetrales. Por eso, cuando un dron está en manos de aficionados, que lo usan para divertirse, se genera el caos.
Se esperan que se vendan miles de ejemplares de este dron de Lidl. Esto supone, por ejemplo, que aquellos que jueguen cerca de un aeropuerto pueden llegar a paralizar el tráfico aéreo. Las fuerzas de seguridad se preparar para lo que se les viene. Ya que no sería la primera vez que un aeropuerto activa todas las alarmas y al finar resulta ser que un ciudadano estaba jugando con su nuevo juguete.