La entidad cántabra recibe reclamaciones de clientes que afirman sentirse muy decepcionados con algunas formas de actuación de sus gestores
Los bancos ya se sabe que funcionan generalmente en dos vertientes. Por un lado son muy amables a la hora de captar nuevos clientes, con ventajas exclusivas y un trato de lo más agradable. Sin embargo, una vez completada la presentación, no dejan pasar ni una, y mucho menos en estos tiempos de crisis económica y crecimiento de los impagos o descubiertos.
Porque el final de mes es una época complicadísima con la escasez de buenos empleos y el aumento de los ERTES tras el confinamiento. Pero las facturas no esperan y el día establecido llegan sin ningún pudor. Por este motivo es cada vez más frecuentes los descubiertos en cuenta.
Sin piedad con los descubiertos
Es decir, que debido a que la nómina todavía no ha entrado y a que se han cobrado varios recibos, muchos usuarios se quedan a veces algún día con saldo negativo. Situación que se restablece inmediatamente en cuanto la nómina entra en la cuenta.
Pues bien, ha entidades, como el Banco Santander, que en el momento que el saldo es negativo, se genera una comisión elevadísima que se multiplica cada día que se pase en descubierto. De esta manera, un cliente del Banco Santander se ha quejado de lo que considera una práctica abusiva.
Y es que un usuario ha denunciado que tras estar con un descubierto de 56 euros durante 6 días, el Banco Santander le ha impuesto una comisión de 49,65 euros, es decir, casi la misma cantidad que ha adeudado durante esos días. Una auténtica locura y un detalle realmente feo.
Muchos usuarios decepcionados con las comisiones
Pero es que al quejarse este usuario, ha salido en su defensa otro que también dice ser cliente del Banco Santander. Concretamente tiene nómina y recibos domiciliados y ha recibido un cobro de 115,45 euros en concepto de mantenimiento de la cuenta. Y al intentar reclamar, silencio.
Nadie responde al teléfono, su gestor personal ha desaparecido y tampoco responden a los correos electrónicos. En definitiva, una auténtica vergüenza y una práctica cada vez más extendida en la mayoría de entidades. No solo en Banco Santander.