La tenista catalana se retira en Mérida por problemas de espalda, reavivando viejos temores
Paula Badosa, una de las figuras más destacadas del tenis español, ha vuelto a enfrentarse a uno de sus mayores enemigos: las lesiones. Durante su participación en el WTA 500 de Mérida, la catalana se vio obligada a retirarse en su partido ante la australiana Daria Saville, sumando así su trigésima quinta retirada en su carrera. Este episodio no solo truncó sus aspiraciones en el torneo, sino que también reavivó los temores sobre su capacidad para mantenerse en la élite del tenis femenino.
Badosa, quien regresó al Top-10 hace casi un año y volverá a alcanzar esa posición el próximo lunes, había comenzado el partido con firmeza, ganando el primer set por un contundente 6-1. Sin embargo, en el segundo set, el dolor en la parte baja de la espalda, una lesión recurrente en su carrera, hizo acto de presencia.
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La espalda, un rival persistente
Los problemas de espalda han sido una constante en la carrera de Badosa, especialmente desde 2023. Esta lesión no solo ha limitado su rendimiento en la pista, sino que también ha llegado a amenazar con poner fin a su carrera en más de una ocasión. El último episodio en Mérida ha vuelto a poner sobre la mesa la fragilidad física de la tenista, quien ha tenido que lidiar con este tipo de situaciones de manera recurrente.
Tras su retirada, Badosa se mostró reflexiva: “Estoy muy triste por tener que terminar el torneo de esta manera. Empecé a sentir dolor en la parte baja de la espalda a mitad del segundo set. Pedí ayuda a la fisio e intenté seguir jugando, pero no pude continuar”. A pesar del golpe, la catalana mantiene la esperanza de recuperarse a tiempo para el próximo WTA 1000 de Indian Wells, uno de los torneos más importantes del circuito.
Una oportunidad perdida en Mérida
El torneo de Mérida representaba una oportunidad dorada para Badosa de sumar un nuevo título a su palmarés y consolidar su regreso a la élite. La tenista se mostraba superior a Saville y tenía un camino aparentemente favorable hacia las semifinales, donde habría enfrentado a Emiliana Arango, una joven promesa fuera del Top-100. Sin embargo, el dolor de espalda truncó sus planes, dejando escapar una ocasión perfecta para reafirmarse en el circuito.
Este tipo de situaciones son especialmente duras para una tenista que ha luchado incansablemente por recuperar su mejor nivel tras una temporada marcada por las lesiones. La capacidad de Badosa para superar adversidades ha sido una constante en su carrera, pero cada retirada supone un nuevo desafío mental y físico.