Rafa Nadal, con una fortuna de 297 millones de euros, se retira dejando un legado de títulos y millonarios contratos
El tenista mallorquín Rafa Nadal, uno de los deportistas más importantes de la historia, anunció su retiro dejando una fortuna estimada en 297 millones de euros, según la revista Forbes. A lo largo de su carrera, Nadal acumuló más de 125 millones de dólares en premios, destacando los 19 millones ganados en el Abierto de Francia. Con 14 títulos de Roland Garros en su haber, se convirtió en el tenista con más victorias en un único torneo.
Más allá de las pistas, los ingresos de Nadal incluyen millonarios contratos publicitarios con marcas como Nike, Kia, Santander y Telefónica. Este último enero, firmó un polémico contrato con la Federación de Tenis de Arabia Saudí, lo que generó críticas debido a la situación de los derechos humanos en ese país.
Negocios millonarios y acusaciones de sportswashing
El contrato de Rafa Nadal con Arabia Saudí no pasó desapercibido. La asociación del tenista con el país fue vista como una maniobra de sportswashing, una estrategia en la que los gobiernos utilizan el deporte para mejorar su imagen internacional mientras desvían la atención de sus problemas internos, según analistas como Jules Boykoff.
Al margen de la polémica, Nadal también ha desarrollado un imperio empresarial, con inversiones en el sector inmobiliario y una cadena hotelera en expansión, Zel Hotels, con presencia en destinos de lujo como Mallorca y Punta Cana. A través de estas iniciativas, Nadal ha diversificado su fortuna y ampliado su influencia en diferentes sectores económicos.
Los negocios familiares y las polémicas fiscales
Rafa Nadal ha mantenido una relación cercana con el mundo empresarial, aunque su padre, Sebastià Nadal Homar, es quien ha destacado en este ámbito. El patriarca de la familia figura como administrador de unas 90 empresas, abarcando sectores como energías renovables, turismo e inmuebles. A pesar de que Rafa no aparece directamente en registros mercantiles, se sabe que invierte en varias de estas empresas, consolidando su fortuna fuera del tenis.
Sin embargo, en 2012, la Agencia Tributaria investigó las actividades empresariales de Nadal debido a supuestas irregularidades fiscales, lo que llevó al deportista a cambiar la sede de sus compañías de Gipuzkoa a Baleares. Aunque Nadal siempre ha mantenido su residencia fiscal en España, estas investigaciones generaron cierta controversia sobre sus prácticas empresariales.