El deportista balear tiene en sus manos la posibilidad de quedar inmortalizado en historial general del tenis
La final del Gran Slam de Francia, el Roland Garros que se disputará este domingo, será el paso a la gloria deportiva por parte de Rafa Nadal. El competidor español tiene la gran fortuna de estar en una nueva instancia definitiva, tras haber luchado incansablemente ante Diego Schwartzman en las semifinales del torneo.
Su actuación una vez más fue sobre saliente, destacada para no incurrir en términos altivos. Sencillamente trituró a un rival que venía derecho, y sacando a su paso sus mejores golpes. La consistencia, el talento y la garra del español fueron suficientes para sacarlo en sets corridos del torneo magro por excelencia.
En busca de su vigésimo título mundial de Gram Slam
Pocos son los que se han dado el lujo de estar en la cúspide, y mantenerse por tantos años es un privilegio absoluto. Pero si existe un sitio que debería escriturarse a un solo competidor sin duda es este. Sería su partido número 100 ganado en la superficie, y la vía perfecta para detallar lo que quiere sembrar en este denso ambiente.
Fue un partido como pocos, en donde todo ha salido bien. No tuvo sobresaltos, y pese al talento y la insistencia de su rival, duró 13 minutos para llevarse el primer asalto. De su galera salió el revés cruzado, que durante toda la competencia tanto le costó mostrar. También demostró estar entero, sacando segundas a más de 147 km/h. Todo un titán en la grada.
La lucha con Federer parece no tener fin
Ganando esta competencia se pondría muy cerca de Roger, el más grande de todos los tiempos. No hay dudas que vivir en época de este par de fenómenos es todo un privilegio, sobre todo viendo que pese a la edad siguen compitiendo por más que el dinero, por la gloria deportiva. Ante más de 1,000 aficionados autorizados dejó ver su jerarquía, que este último día verá opciones con dos posibles rivales de una categoría muy alta.
Su rival saldrá del vencedor entre Djokovic o Tsitsipas, una nueva vuelta que pretende ser la más apasionante del momento. Si es con Djokovic el clásico estará atrapando la visual del planeta, con dos contendientes dispuestos a dejar la piel por el penúltimo gran reto de la temporada. Tsitsipas es la sorpresa, pero nada que se prevea sencillo. Sea como sea el camino está por recorrerse, y un nuevo capítulo de su historia se ve de lleno como una posibilidad tremenda.
