El piloto asturiano tiene que decidir su futuro cuanto antes
Fernando Alonso ha vuelto a reivindicar su calidad y polivalencia al volante fuera de los circuitos de Fórmula 1, con un flamante debut en el Rally Dakar en el que si no llega a ser por los problemas técnicos de las primeras jornadas, habría mejorado el registro que ha alcanzado, un decimotercer puesto que tampoco está nada mal para empezar.
¿Y ahora qué? Se preguntarán muchos seguidores de Alonso. A corto plazo, el reciente campeón del Mundial de Resistencia solo tiene en el horizonte la participación en las 500 Millas de Indianápolis, presumiblemente con Andretti, en un nuevo intento de abordar la ansiada Triple Corona.
En cuanto a su futuro en la Fórmula 1, Fernando Alonso ha declarado en varias ocasiones, incluso en el transcurso del Dakar, que su deseo sería el de volver a la categoría reina del automovilismo y que su edad no es un impedimento para ello, comparándose con Schumacher o el todavía activo Kimi Räikkönen.
Su retorno a la F1 no sería a cualquier precio. Su prioridad es ser competitivo y optar por el Título Mundial, para él ya fue bastante lamentable la experiencia vivida en los últimos años con Mclaren. Ni pretende pasearse por los circuitos ni pretende ser el escudero de nadie, algo típico para un piloto de su edad.
Fernando ya sabía que en este 2020 iba a ser imposible conseguir tales pretensiones, por eso esperará a la ventana que se abre en 2021 con cambios en la normativa, y quién sabe, si habrá también cambios importantes en las filas de las escuderías. Suenan Ferrari y Mercedes.
