Una nueva identidad de diseño y sus motorizaciones lo hacen más compacto
Los verdaderos fanáticos de los automóviles han quedado sorprendidos con el nuevo Kia Sportage. Y es que tras 2,5 millones de unidades vendidas, el Kia Sportage llega en su quinta generación con un profundo lavado de cara y, como no podía ser de otra manera, electrificado. Sus características son realmente impresionantes.
El C-SUV ahora es más alto, más largo y más ancho y estrena una pantalla curvada de 12,3 pulgadas, tecnología puntera dentro de la firma coreana y motorizaciones mild-hybrid e híbrida enchufable. Hemos asistido a su puesta de largo y estas son nuestras primeras impresiones. Además, es uno de los grandes embajadores de la marca coreana.
La apariencia que tiene el SUV también ha permitido un gigante espacio para los ocupantes
Desde su debut en 1993, se han vendido 2,5 millones de unidades a nivel mundial y 76.500 en España. En su última generación ha recibido un buen soplo de aire fresco, y ahora tiene una apariencia más musculosa y mucha geometría. El diseño está inspirado en “los movimientos de las placas tectónicas”.
Por otro lado, el maletero es 78 litros más grande que en la cuarta generación, con 591 litros con los asientos en posición vertical. Los asientos traseros se pueden abatir en una proporción de 40:20:40, lo que permite que el espacio de carga llegue a 1.780 l.
El motor del nuevo Kia Sportage es una de las características que más impresionado
Claro que la capacidad de carga se verá algo penalizada en las versiones híbridas e híbridas enchufables. En el primer caso, la batería está situada bajo los asientos de la segunda fila, mientras que en el segundo se ubica en el centro, entre los dos ejes y bajo la carrocería.
El Sportage cuenta con el motor T-GDI de 1,6 litros de Kia, un motor eléctrico de tracción de 66,9 kW con imanes permanentes, más una batería de iones de litio y polímero con 13,8 kWh. La combinación de estos dos motores genera una potencia total del sistema de 265 CV, con 180 CV.