El ocho veces campeón cree que lejos de avanzar, va dando pasos hacia atrás
Marc Márquez de Honda sorprendió a sus seguidores en el primer Gran Premio de la temporada, en Portimao, donde consiguió una pole position totalmente inesperada. Además, en la primera carrera al esprint de la historia, el piloto de Cervera aguantó el tipo y acabó en una nada polémica tercera posición.
Sin embargo, nada ha sido como el piloto español esperaba. La Honda es una de las peores motos de la parrilla y ha quedado demostrado, tanto en Portimao, como en Termas de Río Hondo, donde Marc Márquez no pudo competir debido a una lesión por un accidente que él mismo provocó.
A pesar del intento de mejora de su moto, el de Cervera se ha visto muy decepcionado
En Argentina, todavía sin Márquez, y con Alex Rins en el equipo satélite, Honda probó con un nuevo chasis, para tratar de solucionar los problemas de rendimiento que están teniendo, por otro lado, esperados. Los japoneses van dando pasos fuertes con el desarrollo de su moto y no son capaces de dar con la solución.
El nuevo chasis en Termas de Río Hondo tampoco funcionó. Tras la carrera, Rins, se mostró muy decepcionado. Tanto que para el compañero de Márquez en el equipo satélite fue dar un paso atrás: “Si fuera por mí, habría corrido con el viejo que ya tenía en mi moto”, aseguró el piloto catalán.
La Honda no funciona como debería y Marc Márquez pierde la paciencia
Lo cierto es que Honda empeora y ha demostrado que no ha hecho los deberes durante el largo parón para sobrellevar los problemas que vienen arrastrando desde hace tiempo. Sus pilotos están muy decepcionados con la marca japonesa, sobre todo su gran estrella Marc Márquez, que, cada vez más, está lejos de seguir.
Los problemas de la famosa marca japonesa no son nuevos. Ya vienen desde un tiempo atrás, pero, Marc Márquez, agradecido por todo lo que le ha dado Honda, decidió darles un voto de confianza. Aunque la situación parece haber cambiado, y Márquez está empezando a perder la paciencia con la marca.