La escudería británica prepara una revolución en su monoplaza
Fernando Alonso está preparado para dar el salto a La Misión y con un coche con la última tecnología. El piloto asturiano cerrará su tercera etapa en Renault, esta vez bajo el nombre de Alpine, para formar parte de Aston Martin en 2023 con un contrato multianual que sorprenderá a todos.
La decisión de Alonso es arriesgada. Cambia Alpine, que no era un coche ganador pero es el cuarto mejor, por Aston Martin. De hecho, los resultados de Sebastian Vettel y Lance Stroll de 2022 son muy inferiores a los de 2020 y 2021, años en los que fueron capaces de subir a podios.
La próxima escudería de Fernando Alonso podría darle un coche más rápido
Las declaraciones de los ingenieros de la escudería son claras: no se trabaja en mejorar el prototipo de este año sino en dar una vuelta a los conceptos y preparar algo completamente nuevo para 2023. No es una evolución sino una revolución y el fichaje de Fernando Alonso demuestra que ambición no falta.
De hecho se está utilizando todo el presupuesto que permite la FIA e incluso se investigó si el equipo se había excedido, pero únicamente hay incumplimientos procesales y la sanción ha sido simbólica: 450.000 euros. Sin embargo, el título mundial de pilotos ya esté en manos de Max Verstappen.
Lo que pase en lo que queda de 2022 condiciona la F1 de 2023
El ovetense únicamente puede centrarse en su doble objetivo: terminar octavo en el campeonato por delante de Ocon y contribuir a que Alpine terminé cuarto en la clasificación de constructores. Lando Norris supera por mucho a Alonso y a su compañero, pero la aportación de Daniel Ricciardo mantiene delante a los de Enstone.
El futuro equipo del 14 también se juega en manos de Stroll y Vettel. Para ello debe culminar su remontada. Tras un pésimo comienzo el futuro equipo de Alonso era el noveno coche de la parrilla cuando lo fichó, pero desde entonces se ha puesto las pilas y ya ocupa la séptima posición.