Alonso explica las dificultades para extraer el máximo rendimiento en una generación de monoplazas críticos a una sola vuelta
La actual generación de monoplazas en Fórmula 1 se caracteriza por la dificultad de optimizar su rendimiento en cada vuelta. Los ingenieros enfrentan un reto para ajustar el set-up de manera que no altere el equilibrio del coche, aunque en teoría las mejoras aporten más carga aerodinámica. Este desafío afecta a todas las escuderías, salvo a McLaren, según lo admitido por Fernando Alonso. Para el piloto asturiano, el problema radica en la capacidad de sacar el 100% del coche sin comprometer su estabilidad.
Fernando Alonso, bicampeón del mundo, destaca la naturaleza crítica de los coches en la pista. Según sus palabras, en muchos casos es más eficiente pilotar al 90%, ya que llevar el coche al límite puede comprometer la plataforma. “A veces eres más rápido si pilotas al 90%, sin llegar a los límites”, señala Alonso, subrayando lo impredecible que resulta el comportamiento de los monoplazas bajo estas circunstancias.
Variaciones mínimas que alteran el rendimiento del monoplaza
Alonso también comenta que detalles aparentemente insignificantes pueden generar cambios drásticos en el rendimiento de los coches. “Dos milímetros en la altura del coche o dos metros en la frenada pueden marcar la diferencia”, asegura el asturiano. Además, destaca cómo ciertos coches se adaptan mejor a diferentes compuestos de neumáticos, como Ferrari, que parece rendir mejor con los compuestos más blandos (C3, C4, C5). Estas pequeñas variaciones pueden complicar la búsqueda de la configuración ideal en cada carrera.
De cara al Gran Premio de Estados Unidos, las escuderías enfrentan un reto adicional. Muchas traerán evoluciones para sus coches, mientras que el formato de esprint y el hecho de venir de circuitos urbanos como Bakú y Singapur generarán más incertidumbre en la tabla de tiempos. “Será un gran premio estresante”, reconoce Alonso, aunque también se muestra motivado para el desafío que supone el trazado de Austin.
La importancia de gestionar la velocidad en carrera
En las carreras, la gestión del ritmo es fundamental, y Alonso lo explica claramente: el coche se comporta mejor cuando se compite al 90%, evitando riesgos innecesarios que podrían provocar accidentes. Este enfoque va en contra del instinto natural de los pilotos, que buscan dar el máximo en cada vuelta de clasificación. Sin embargo, gestionar esta realidad se ha convertido en una parte crucial de la nueva Fórmula 1, donde la tecnología y las estrategias finas definen los resultados en la pista.
Con este tipo de coches tan sensibles a las pequeñas variaciones, las escuderías deben encontrar un equilibrio constante entre la velocidad y la estabilidad. Lo que para muchos parece simple, en realidad involucra una serie de factores que pueden alterar de manera significativa el rendimiento en una vuelta o en toda la carrera.
