El piloto catalán sigue apuntando a su objetivo más claro como el MotoGP
A pocas semanas que empiece la carrera de Le Mans, Marc Márquez ya se encuentra más que listo para el primer podio de esta temporada de MotoGP. Sin embargo, cabe recordar que esta sería su oportunidad perfecta luego de la lesión en su húmero derecho y el doble caso de diplopía.
De esta manera, el deportista catalán espera volver a estar en excelente forma en su Honda RCV, una moto que sin duda ha emprendido un camino de desarrollo parcialmente equivocado, fuera de sus preferencias, obligándole a aprovechar los entrenamientos libres para realizar cambios y probar nuevos componentes. Algo que ha funcionado.
La próxima competencia de Marc Márquez en Le Mans le ha traído mucha expectativa
Es por eso que a través de una entrevista, explica lo difícil que es adaptarse a una nueva condición física y psíquica. “Hoy tengo que trabajar en mi guía con un brazo que no es el mismo. Esto nos obliga a utilizar más las piernas, aunque evitaré un golpe en la cabeza”.
“El objetivo de MotoGP requiere claridad mental, coraje y una moto técnicamente adaptada. Si todavía estoy aquí hoy es porque acepté este riesgo. De lo contrario no habría marcado el mejor tiempo en los primeros entrenamientos libres bajo la lluvia en Portugal y no habría marcado ese tiempo en la clasificación”.
Volver a sentir un problema en la visión es uno de sus miedos más grandes
Por ahora, la incertidumbre más grande es presenciar un nuevo caso de diplopía, problema que padeció hace una década por primera vez. “Los médicos me explicaron que mi nervio óptico puede sufrir dependiendo de la violencia del impacto, pero también del ángulo del golpe recibido”, ha dicho el piloto catalán.
El seis veces campeón de MotoGP no oculta que pensó en retirarse en determinados momentos. “Me di cuenta de que si lo hacía, nunca volvería a ser como antes. De vez en cuando me pregunto si valdrá la pena. Pero hasta ahora la respuesta siempre ha sido sí”, ha concluido.