La confianza en el ovetense es total y Mike Krack apunta que puede ser que todo vaya más allá de conducir
Fernando Alonso tiene 41 años, pero la ilusión es la misma desde que se estrenó en la F1 con Minardi. Después de su éxito en 2005 y 2006 y de pasar momentos duros en diferentes equipos, el ovetense quiere un último baile a la altura con uno de los proyectos como Aston Martin.
Muchos de sus seguidores creen que sin grandes cambios de reglamento hasta 2026 es difícil que el asturiano tenga resultados mucho mejores que en Alpine, por mucho que Aston Martin esté desarrollando un coche muy diferente al que ha decepcionado este año y vaya a tener la mejor fábrica del campeonato.
A través de Twitter, la escudería británica agradeció tener al asturiano en sus pistas
Pese a ello la confianza es máxima y duradera, pues el piloto español tiene firmado un contrato multianual y ya ha deslizado que valora seguir tres años más. Si aguantara un cuarto podría probar suerte con las nuevas normas, algo que ya motivó su regreso a la escuderia de Alpine.
Las ganas de unir los caminos entre piloto y escudería son recíprocas. “No podemos esperar para tenerte a bordo”, publicaba el equipo en Twitter el día de Nochebuena. La espera está cerca de llegar a su fin, pues una vez empiece 2023, Alonso podrá vestirse con los colores de Aston Martin y trabajar fuertemente.
Aston Martin espera conocer otro rol de Fernando Alonso fuera de su coche y casco
En la misma línea se expresa Mike Krack, el jefe del equipo. Si hace unos días defendía a Alonso y aseguraba que su palmarés no le hace justicia, ahora vuelve a elogiar y deja caer cuál va a ser su rol en Aston Martin. Y es que no solo esperan buen pilotaje del bicampeón del mundo.
“Ya hemos tenido algunas conversaciones muy buenas con él”, confiesa Krack en una entrevista. “Puede ser que todo vaya más allá de conducir. Alonso se une a nosotros como parte central del equipo”, afirma también el luxemburgués. “Creo que Fernando puede tener un rol importante en el futuro de la escudería”, valora.
