La polémica sanción de la FIA a Max Verstappen provoca tensiones en el paddock de la Fórmula 1
El paddock de la Fórmula 1 atraviesa un clima de alta tensión tras el último Gran Premio de Singapur, en el que la FIA sancionó a Max Verstappen por utilizar lenguaje inapropiado durante la rueda de prensa previa. La medida consistió en “trabajos de interés público” debido a los comentarios del piloto, donde afirmó que su coche estaba “jodido”. Esta decisión ha generado una ola de reacciones, tanto de apoyo como de rechazo, y ha motivado a sus compañeros y rivales a reunirse para discutir internamente la actitud de la FIA hacia los pilotos del Mundial.
Jos Verstappen, padre del tricampeón, no tardó en expresar su opinión sobre el asunto. Calificó de “ridícula” la sanción impuesta a su hijo, comparándola con una situación similar que vivió Sebastien Ogier en el mundo del rally. “Creo que es lo más ridículo de todo, pero lo vemos en el rally”, declaró Jos a Motorsport tras participar en el Rally de Bélgica Oriental. Jos recordó cómo Ogier tuvo que pagar una multa de 30.000 euros por criticar a los comisarios del Rally Acrópolis, lo que provocó una actitud cortante por parte del piloto, similar a la reacción de Max.
La defensa de la FIA ante las críticas y las mejoras en el deporte del motor
Ante la creciente tensión y las críticas dirigidas hacia la organización, Mohammed Ben Sulayem, presidente de la FIA, salió en defensa de la federación, asegurando que han hecho numerosos avances desde que asumió la presidencia en diciembre de 2021. Ben Sulayem destacó que la FIA ha implementado programas para formar a los comisarios y directores de carrera, creó un nuevo departamento de comisarios, estableció un centro de operaciones remoto para el control de las carreras de Fórmula 1 y desarrolló soluciones para los límites de pista introducidas en el Gran Premio de Austria, que aplicarán en otros circuitos.
Sin embargo, el presidente se mostró visiblemente molesto por lo que considera una falta de reconocimiento hacia estos avances: “Nunca recibiremos el crédito. Imposible. Sólo nos tiran mierda. Eso lo sé”, afirmó Ben Sulayem. Añadió que todos han obtenido beneficios de la FIA, excepto la propia federación, insinuando que el mérito de sus esfuerzos ha sido constantemente ignorado.
Opiniones divididas y un ambiente tenso en la Fórmula 1
La situación entre la FIA y los pilotos de Fórmula 1 está en un punto crítico. Algunos pilotos apoyan abiertamente a Verstappen y critican la sanción, considerándola desproporcionada, mientras la federación intenta justificar su postura y resaltar los avances introducidos bajo su dirección. Este conflicto pone de manifiesto una creciente división en el paddock, donde cuestionan cada vez más las decisiones y la gestión de la FIA.
A pesar de la intervención de Ben Sulayem, las críticas continúan llegando y el descontento crece en el entorno de la Fórmula 1. La sanción a Verstappen ha generado un debate sobre los límites de la autoridad de la FIA y el equilibrio entre la disciplina y la libertad de los pilotos para expresar su frustración, lo que parece seguir siendo una fuente de conflicto recurrente en el campeonato.
