El momento clave en el que se fracturó la relación entre Fernando Alonso y McLaren durante el Gran Premio de Mónaco en 2007
En las últimas vueltas del Gran Premio de Mónaco en 2007, Fernando Alonso cuidaba su coche mientras Lewis Hamilton se acercaba peligrosamente, recortando tiempo vuelta tras vuelta. El circuito de Mónaco, uno de los más técnicos del calendario, fue testigo de esta intensa batalla.
Al llegar el momento de repostar, Hamilton tenía la oportunidad de hacer el “overcut” con el mínimo combustible. Sin embargo, Alonso mantuvo un ritmo impresionante incluso con el coche cargado y neumáticos nuevos. McLaren decidió adelantar la parada de Hamilton porque el “overcut” era inviable, y ambos pilotos estaban tomando demasiados riesgos.
La tensión en las últimas vueltas y la controversia post-carrera
En las últimas vueltas, con Alonso cuidando su monoplaza debido a problemas de frenos y la naturaleza del circuito, Hamilton empezó a recortar tiempo hasta colocarse justo detrás de él. Alonso ganó la carrera, pero la tensión entre los pilotos era palpable. Tras la carrera, un comentario de la directiva de McLaren a Pedro de la Rosa indicó que “el chico era más rápido que tú”, lo que enfureció a Alonso.
Según Marc Priestley, mecánico de McLaren, Hamilton comenzó a desmerecer la victoria de Alonso frente a la prensa. El ingeniero jefe de Alonso también destacó que las instrucciones del equipo eran claras: “motores al mínimo y traed el coche a casa”. El comportamiento de Hamilton frente a la prensa fue criticado, especialmente cuando respondió que ser el número dos en su coche era una señal de que él era el segundo piloto.
Consecuencias para la relación Alonso-McLaren
La situación en Mónaco 2007 marcó un punto de inflexión en la relación entre Fernando Alonso y McLaren. La tensión acumulada se hizo evidente y afectó el ambiente dentro del equipo. Ron Dennis, jefe de McLaren, no ayudó al dejar caer que la decisión de quién ganaría el GP ya estaba tomada de antemano.
Este episodio dejó una marca en la relación entre ambos pilotos y el equipo. Las fricciones internas y la falta de apoyo claro terminaron por deteriorar la dinámica del equipo, afectando tanto el rendimiento como la moral de sus pilotos. Este incidente es recordado como uno de los momentos más tensos de la historia reciente de la Fórmula 1.