Hoy os presentamos el nuevo Ferrari F40, un modelo que siempre ha enamorado a todos
Nos encontramos ante un nuevo coche deportivo que viene de la marca por excelencia: Ferrari. La compañía italiana ha traído al mercado el Ferrari F40, el cual tiene un diseño inclinado el cual fluye sin problemas hacia el medio liso y delicado y luego hacia abajo; que es lo que realmente le da al F40 su aspecto distintivo. Su imagen es verdaderamente atemporal, tal vez como era de esperar dado que la apariencia de este automóvil fue el trabajo final del gran creador de coches Enzo Ferrari.
No es solo el aspecto de este automóvil el que no ha envejecido ni un día; El rendimiento es tan épico como siempre. Se lanza fuera de la línea y propulsado por un motor V8 turboalimentado que le otorga al coche de 471 cv para darle una fuerza descomunal, y es que pasa de 0 a 60 en solo 3.7 segundos y alcanza una velocidad máxima de 324 kilómetros por hora. Estamos hablando de un vehículo único armado con un motor de 2.9 litros V8 Twin-turbo.
Con estas capacidades técnicas, se puede sentir que la potencia del motor sale a través de las ruedas traseras y todo el chasis vibra vigorosamente, dándole una idea de lo que realmente es capaz de hacer. Debido a que el Ferrari F40 pesa solo 1.2 toneladas, tiene una relación potencia / peso de 398 cv de fuerza por tonelada provocando la sensación de que el coche prácticamente vuele, tanto que cuando se lanzó este coche en 1987 era el más rápido del mundo.
Este rendimiento ha conseguido lograrse gracias a diferentes cambios en la aerodinámica del vehículo en los que ha sido necesario prescindir de muchísimos elementos. Esto se puede lograr debido a los métodos de ahorro de peso extremos utilizados en el automóvil: no hay radio, no hay aire acondicionado, no hay bolsas de aire. No hay alfombras, y ni siquiera hay tiradores de las puertas, solo trozos de cuerda que cuelgan de los revestimientos de las puertas.
Un modelo sin precedentes del Ferrari F40
La conducción de este coche es simplemente una maravilla. No se sobrevira y hay muy, muy poco en el camino del subviraje, con la gran mayoría de los vértices golpeados con una precisión asombrosa. Pocas ocasiones son las que obtienes un pequeño y enérgico retroceso de esa caja de cambios de embrague simple y anticuada, y cuando sientes que el automóvil explora los límites de agarre, obtienes una verdadera sensación del personaje.
El Ferrari F40 es una extraña mezcla de esa llamarada y alma que Ferrari hace tan bien, junto con una presentación más mecánica y sin emociones. El resultado final es que obtienes una experiencia muy pura y destilada: un verdadero sentido de todo lo que la ingeniería italiana del siglo XX tenía para ofrecer y nada más. No hay duda de que este automóvil merece su estatus como una leyenda y es que hemos encontrado el deportivo definitivo.
