El piloto asturiano puede celebrar las consecuencias del accidente, más aparatoso que otra cosa
Fernando Alonso se ha dejado literalmente los dientes mientras circulaba en bicicleta por el caso urbano de Lugano, en Suiza. El siniestro lo provocó un coche particular que se saltó un stop cuando se dirigía a un supermercado. En un primer instante se temió lo peor en el mundo de la Formula 1.
Afortunadamente Alonso ya se encuentra en un hospital del casco urbano de Berna donde está fuera de peligro. Eso sí, el asturiano ha tenido que ser operado de la mandíbula y le han tenido que retirar varios dientes dañados. Pero en el resto del cuerpo está bien.
Alonso está bien más allá del golpetazo en los dientes
No hay dudas de que el piloto de Alpine le dio un susto a sus familiares, amigos, socios, compañeros y todos sus seguidores del mundo automovilístico. Pero afortunadamente el accidente no paso a mayores y sus lesiones, aunque son de consideración no son muy graves. Pues todo el mundo piensa en lo peor.
Fernando Alonso tuvo que pasar por una intervención quirúrgica maxilofacial, en el que los especialistas le recolocaron la mandíbula y le fueron retirados también algunos dientes dañados. El piloto se encuentra en Berna en periodo de recuperación donde aún no hay una fecha estimada para su regreso a las pistas de Formula 1.
En Alpine temieron lo peor
Es evidente que la incertidumbre de las primeras horas fue total. Simplemente trascendió que a Fernando Alonso lo habían atropellado mientras iba en bicicleta. Normalmente los atropellos a ciclistas tienen consecuencias devastadoras y la preocupación se trasladó rápidamente.
Sin embargo, tan pronto como llegó al hospital se comunicó el parte real y todo el entorno del asturiano se tranquilizó. Ha sido más el susto que otra cosa. Tras ser operado, los médicos no descartan que incluso se suba al coche en el Gran Premio de Bahrein, primero del mundial, previsto para el 28 de marzo.