El piloto francés de Fórmula 1 se posiciona junto a su escudería para ganar la disputa contra el piloto español más veterano de la parrilla
El Gran Premio de Mónaco se transformó en el escenario de la resurrección deportiva de Esteban Ocon, quien regresó al podio de la Fórmula 1 por tercera vez en su carrera, ofreciendo un desempeño excepcional en un momento decisivo tanto para él como para su equipo, Alpine. Esta actuación impecable ha marcado un punto de inflexión en la carrera de Ocon y ha validado la confianza de Alpine en su talento.
Tras dejar atrás a McLaren y ocupar el cuarto lugar en el Campeonato de Constructores el año pasado, Alpine, respaldada por su cúpula directiva, se propuso mantener esa posición y reducir el déficit con los líderes. Sin embargo, el arranque lento en el segundo año del último ciclo de reglas, sumado a la ascendente Aston Martin, llevó al CEO de Alpine, Laurent Rossi, a expresar abiertamente su descontento con el rendimiento de su equipo.
La irrupción de Ocon y un punto de inflexión para Alpine
La imagen de Ocon celebrando en el podio junto a su excompañero Fernando Alonso parece marcar un cambio de dirección para la temporada de Alpine. La sorpresa de un puesto en el top tres fue un logro inesperado. Aunque Alpine ya había estado amenazando con obtener un resultado importante durante varias carreras.
A pesar de los contratiempos en el Gran Premio de Australia y Baku, las buenas actuaciones en Miami volvieron a poner de manifiesto el potencial latente del paquete A523 de Alpine. Finalmente, en Mónaco, el equipo consiguió aprovechar un fin de semana en el que su paquete era intrínsecamente rápido. Además estaba bien adaptado a las demandas específicas de un circuito tan particular.
Ocon al mando: Un desempeño sobresaliente en la clasificación
Durante las primeras etapas de la clasificación, Ocon demostró estar a la altura. Por ello logró colocarse en la cima de la tabla de tiempos en la Q3 con sólo tres minutos restantes. A pesar de ser desplazado al cuarto lugar, su esfuerzo rindió frutos, consiguiendo la mejor posición de salida para Alpine desde que Kimi Raikkonen terminara quinto en 2013.
La vuelta de Ocon fue destacada, no por ser una consecuencia de ciertas condiciones favorables, sino por ser simplemente una vuelta comprometida y al límite. El piloto no dejo ningún margen de error en las 19 curvas que constituyen un desafío técnico en las sinuosas calles de Monte Carlo. Estos resultados dieron un vuelco en el final del GP de Mónaco.
