El piloto podría estar en una situación mucho mejor en estos momentos y no ahora, que un error, Honda no lo perdonará
En las últimas dos semanas hemos podido comprobar cómo Alex Márquez daba sus primeros pasos como piloto de MotoGP. Fue presentado como piloto oficial del equipo Repsol Honda, a la vez que concedió sus primeras entrevistas, en las que el tono no fue demasiado distendido, no queriendo ir a pillar en casi ninguna de las entrevistas.
Es por ello, que el piloto está viendo y sintiendo ahora lo complicado que es el mundo de las motos, especialmente en Moto GP. Alex Márquez sabe que este año va a tener el foco mediático sobre su cabeza, y su intención es que se hable únicamente por lo que se vea en el asfalto, y no por una cuestión de parentesco de sangre. Algo que no le será nada fácil.
Si ya de por si es complicado quitarse de encima un apellido y la posterior etiqueta que lo acompaña, fíjate cuando eres hermano y encima compartes equipo. Y a todo ello le debes añadir un plus, que no es otro que la misión por la que le fija Honda, ganar a su propio hermano casi que de inmediato. Una situación que genera dudas.
Se ha hablado de tapones e inclusive de ir más blanco con Marc Márquez que con el resto. La realidad es que el piloto sabe que está campaña debe atacar en el momento oportuno. No le interesa una bomba en cada carrera, pero si es cierto, que necesita hacer un buen papel. Todo ello en una moto que muchos aseguran que está maldita.
Desde luego, el debut de Alex Márquez en Moto GP es una grata noticia, pero los dos frentes que tiene abiertos nos hace preguntarnos si tal vez el salto ha sido demasiado rápido, y no hubiese sido mejor un equipo con menos aspiraciones para demostrar lo buen piloto que es.