Lecciones aprendidas en el Gran Premio de Australia
El jefe del equipo Mercedes, Toto Wolff, se muestra preocupado de cara al próximo Gran Premio en Baku, Azerbaiyán. El actual monoplaza, el W14, no ha brindado el rendimiento esperado al comienzo de la temporada, aunque el austriaco se muestra optimista de cara al futuro.
El anterior Gran Premio, en Melbourne, brindó esperanza al equipo de Brackley. “Australia mostró que estamos avanzando, aunque debemos ser cautelosos al interpretar demasiado un solo resultado”, afirmó Wolff. “Sin embargo, fue un buen motivador para el equipo. Las fábricas han estado trabajando duro en las últimas semanas”.
Continuar evolucionando en las próximas carreras
“En las próximas carreras, queremos seguir dando pequeños pasos adelante. El coche continuará evolucionando en las próximas semanas, ya que gradualmente llevaremos mejoras y mayor rendimiento a la pista”, agregó el austriaco antes de las carreras en Baku. Sin embargo, Wolff no quiere alardear demasiado: “sabemos que no hay una bala mágica“.
El desafío de la carrera sprint en Baku
Mercedes se muestra expectante ante el fin de semana de carreras. “Es una pista desafiante con muros muy cercanos, por lo que no hay margen para errores. También tendremos nuestro primer fin de semana de F1 Sprint de la temporada con un formato ajustado. Es un desafío interesante para nosotros enfrentar”, concluyó el jefe del equipo.
El Gran Premio de Baku será una oportunidad para que el equipo Mercedes demuestre su capacidad para adaptarse y mejorar el rendimiento del W14. Aunque las expectativas son altas, el enfoque cauteloso de Wolff indica que el equipo está centrado en la evolución constante y no en soluciones milagrosas.
Con la mirada puesta en el futuro, Mercedes se esfuerza por seguir siendo un contendiente fuerte en la Fórmula 1, y el Gran Premio de Baku podría ser un paso importante en esa dirección.