El balonmano español atraviesa un momento de transformación importante. Tras una década de éxitos, los Hispanos se enfrentan a un proceso de renovación generacional necesario para mantener su competitividad en el panorama internacional
El balonmano español vive un momento de transición, marcado por un cambio generacional en la selección masculina, conocida como los Hispanos. Tras años de éxitos, el reciente Mundial dejó un sabor agridulce al caer eliminados en la segunda ronda. Aunque fue un golpe duro, desde la Real Federación Española de Balonmano mantienen plena confianza en el potencial de esta nueva generación. Fernando Blázquez, presidente de la federación, ha sido claro, este “traspié” es solo parte de un proceso natural en la evolución del equipo.
Lo que muchos podrían ver como un retroceso, en realidad es el punto de partida para construir un futuro prometedor. Los jóvenes talentos, que ya han demostrado su valía en categorías inferiores, están preparados para asumir el desafío. El técnico Jordi Ribera, con su experiencia contrastada, lidera este proceso de renovación, enfocado en objetivos a largo plazo como el Campeonato de Europa de 2028, que se celebrará en España, Portugal y Suiza.
Objetivos a largo plazo para consolidar el relevo generacional
El camino a seguir está bien definido. Los próximos grandes retos internacionales, como los Juegos Olímpicos de Los Ángeles y el Campeonato del Mundo femenino en España en 2029, serán la oportunidad perfecta para medir la evolución del balonmano nacional. La idea no es solo mantener el nivel competitivo, sino avanzar año tras año hasta consolidar un equipo fuerte y renovado.
Blázquez ha insistido en que este ciclo de cambio es imprescindible para asegurar la continuidad del éxito. Más allá de los resultados inmediatos, el objetivo es dotar al equipo de una estructura sólida y sostenible en el tiempo. Cada paso dado busca preparar a la selección para esos retos futuros, con la mirada puesta en construir una base que permita soñar con nuevos títulos.
El equilibrio con la Liga Asobal: clave para el éxito
Otro de los pilares en este proceso es la relación entre la Real Federación Española de Balonmano y los clubes de la Liga Asobal. Blázquez ha subrayado la importancia de encontrar un equilibrio y fomentar el diálogo interno para avanzar juntos. Aunque hay diferencias entre los intereses de la federación y los clubes, lo esencial es remar en la misma dirección por el bien del balonmano español.
La idea es clara, cuando la selección está en juego, todos deben sentirse parte del mismo proyecto. La federación se presenta como el corazón de este deporte, buscando unir fuerzas para seguir creciendo y manteniendo la competitividad del balonmano nacional. Solo trabajando de la mano, tanto clubes como federación, se podrá asegurar un futuro exitoso para este deporte.