El mítico ‘quarterback’ Tom Brady agrandó aún más su leyenda deportiva con la conquista de su séptimo anillo de campeón de la NFL
Apabullante victoria de Tampa Bay Buccaneers ante Kansas City Chiefs por 31-9 en la LV SuperBowl disputada este domingo en el Raymond James Stadium de Tampa. El californiano, a sus 43 años, demostró las credenciales que le consideran el mejor de la historia de este deporte y, tras llevar a los Patriots a seis trofeos Vince Lombardi, se embarcó en la nave de los ‘Bucs’, que conquistaron el segundo de su historia tras el de 2003 y se convirtieron en el primer equipo en ganar en su propio estadio tras una demostración defensiva ante una ofensiva de mucho nivel como la de los campeones de la Conferencia Americana.
Además, Brady salió amplio ganador de su duelo con el joven Patrick Mahomes, considerado por muchos el mejor colocado para ser su heredero y que vivió una tortura continua. Con 18 años de diferencia entre ambos, el de San Mateo manejó mejor el partido, gracias también a unos compañeros que le hicieron la vida más fácil tanto en defensa como en ataque para que ganase un séptimo anillo, uno más que Patriots y Steelers, las dos franquicias más laureadas de la NFL.
El ’12’ siempre tuvo demasiado tiempo para pensar las jugadas y volvió a firmar su vieja alianza con Rob Gronkowski. El ala cerrada salió de su retiro para unirse en la aventura a Brady, con el que ganó tres anillos en New England, y firmó dos ‘touchdowns’, mientras que en ataque también sobresalió un Leonard Fournette, otro de los refuerzos para hacer campeona a la franquicia de Florida.
En cambio, Mahomes sufrió. Siempre estuvo presionado por el sensacional trabajo defensivo de su rival, que le impidió que se encontrase cómodo. El texano tampoco encontró excesiva ayuda de otras piezas claves como Tyreek Hill y Travis Kelce y los Chiefs no pudieron defender su trono tras un partido donde casi siempre fueron a remolque y donde sólo pudieron anotar a través de ‘field goals’.
La primera parte ya atisbó que esta LV Super Bowl iba a ser de color ‘Bucanero’. La defensa de Tampa Bay maniató a Mahomes, al que obligó a ganar yardas saliendo del ‘pocket’ y cuyo brazo tampoco funcionó como se esperaba. Brady tampoco empezó bien su décima Super Bowl, con ‘sack’ incluido en su segunda posesión, pero sí logró afinar su juego.
Kansas City fue el primero en anotar tras un ‘field goal’ (0-3) tras rozar el ‘touchdown’, pero la respuesta de los campeones de la Conferencia Nacional fue contundente. Brady encontró la vía terrestre (Fournett) y a la primera ocasión que tuvo conectó con Gronkowski para el ‘touchdown’, el primero que lograba el californiano en el cuarto inicial en sus diez presencias en la gran final.
Mahomes no pudo responder. Su línea ofensiva, mermada por las bajas de Fisher y Schwartz, no le podía quitar la presión de la defensa de los de Bruce Arians, que también impedían que fuesen protagonistas ni Hill ni Kelce, los mejores socios del texano. Tampa Bay perdonó otro ‘touchdown’, primero por culpa de una mala recepción de Haeg y luego con la defensa rival frenando a Jones en dos ocasiones a centímetros de la zona de anotación.
Sin reacción de los de Kansas
Pero frenados a nivel ofensivo, los Chiefs, castigados también por sus errores en forma de penalizaciones, pagaron otra conexión Brady-Gronkowski que puso el 14-3. La primera aparición de Kelce acercó a los actuales campeones a su primer ‘TD’, pero se tuvieron que conformar con otro ‘FG’ (14-6). A Brady le quedó aún tiempo para armar un buen ‘drive’, con otra vez las penalizaciones arbitrales lastrando a los de Andy Reid, y Antonio Brown puso el partido encarrilado para la segunda parte (21-6).
Tras el descanso, bien amenizado por ‘The Weeknd’, se esperaba la obligada reacción de Mahomes y compañía, pero tras sacar sólo otro ‘FG’ en su primera posesión (21-9), lo ‘Bucs’ no perdonaron en la suya, otra vez con Gronkowski y Fournette haciendo daño, y con éste último, otro de los fichajes de esta temporada, logrando el cuarto ‘touchdown’ con una imparable carrera (28-9).
Las alarmas saltaron en las filas de los Chiefs, a los que su siguiente ‘drive’ les duró un suspiro con ‘sack’ sobre su ‘mariscal de campo’ y una interceptación. Esta vez, el castigo sólo fueron tres puntos para un demoledor 31-9 que obligaba casi a un milagro para los 15 minutos finales. Pero este no llegó porque los Buccaneers no dejaron resquicios para que su rival pudiese soñar en un cuarto final donde no pasó demasiado y nadie anotó.