La boxeadora intersexual Imane Khelif vuelve a competir en medio de controversias sobre su participación en la categoría femenina
La boxeadora intersexual argelina Imane Khelif vuelve a competir este sábado contra la húngara Anna Luca Hamori, en un enfrentamiento que ha generado gran expectativa y controversia. En su reciente debut olímpico, Khelif derrotó a la italiana Angela Carini en solo 40 segundos, avivando el debate sobre la equidad en el deporte femenino.
Carini, quien se retiró después de recibir dos golpes, argumentó que su salud estaba en riesgo debido a la potencia de los golpes de Khelif. La participación de Khelif ha reavivado una controversia que ha estado presente en el deporte femenino durante años: ¿Debemos abrazar la diversidad o proteger la competición de ella? Khelif no es una mujer transexual, sino intersexual, lo que significa que tiene cromosomas XY y altos niveles de testosterona.
Normas anti-trans y su impacto en las atletas intersexuales
La aparición de mujeres transexuales en el deporte, como la halterófila Laurel Hubbard en los Juegos de Tokio 2020, ha llevado a muchas federaciones a prohibir la participación de transexuales e intersexuales en competiciones de alto nivel. Sin embargo, el Comité Olímpico Internacional (COI) tiene un enfoque más flexible, permitiendo la participación de estas atletas caso por caso.
Por esta razón, Khelif pudo competir en Tokio 2020 y ahora en París 2024, a pesar de que otras federaciones deportivas han implementado prohibiciones más estrictas. Esto le confiere una ventaja en términos de desarrollo muscular y fuerza. Su caso es comparado con el de la mediofondista sudafricana Caster Semenya, quien también es intersexual y dominó los 800 metros antes de que las normas de la Federación Internacional de Atletismo la obligaran a medicarse para reducir sus niveles de testosterona.
¿Qué sigue para Imane Khelif?
El futuro de Khelif en estos Juegos Olímpicos es incierto, pero lo que es seguro es que su participación continuará generando debate. El COI sigue permitiendo su participación basándose en un análisis individual y no en prohibiciones absolutas. Este sábado, Khelif se enfrentará a Anna Luca Hamori en los cuartos de final, y pase lo que pase, el debate sobre su participación y la equidad en el deporte femenino seguirá resonando.
Además, el caso de Khelif pone en evidencia la necesidad de desarrollar políticas más inclusivas y equitativas en el deporte. Mientras algunas federaciones optan por exclusiones tajantes, el enfoque del COI de evaluar cada caso individualmente podría servir como un modelo para encontrar un equilibrio justo. La situación de Khelif podría influir en futuras decisiones y regulaciones, impulsando una conversación sobre cómo equilibrar la inclusión y la equidad en el deporte competitivo.
