El tenista español tendrá que defender dos Grand Slams en una semana
Desde hace varias semanas el tenista Rafa Nadal se encuentra pasando la cuarentena en su domicilio de Porto Cristo (Mallorca), donde a través de las redes sociales nos muestra día a día sus entrenamientos con el objetivo de volver en la mejor forma posible cuando la competición pueda ponerse en marcha. Y así tendrá que hacerlo, porque en apenas una semana puede tocarle defender dos Grand Slams de manera consecutiva si la ATP no hace nada al respecto.
Porque Roland Garros ya anunció hace unas semanas la suspensión del torneo previsto para el 24 de mayo y el cambio de fecha al al 20 de septiembre de este mismo año. De esta forma el torneo de París se disputaría tan solo una semana después del US Open, que de momento tampoco ha anunciado su cancelación.
El gran perjudicado en este caso no es otro que Rafa Nadal, que en caso de que ambos torneos puedan disputarse le va a tocar defender ambos títulos. El tenista balear fue el vencedor de estos dos Grand Slams la pasada temporada y por lo tanto si no quiere perder muchos puntos en el circuito le va a tocar llegar al mes de septiembre en la mejor forma física posible.
“Será duro y exigente para los jugadores, y más concretamente si son los mismos los que llegan a las últimas rondas de ambos torneos. Se trata de una situación extrema que nunca se había vivido. Prefiero que se jueguen así, aunque no sea la situación idónea, antes de que se cancelen. A estas alturas, y especialmente entre el Big Three (Nadal, Djokovic y Federer), estoy convencido que prefieren sumar títulos de Grand Slam antes que pensar en los puntos”, asegura al respecto el ex tenista Alex Corretja.
Para Tomás Carbonell “es como si un jugador volviese de un largo parón tras una lesión, pero con la ventaja, por así decirlo, de que todos están en la misma situación. Roland Garros hizo este cambio imagino, entre otras cosas, por temas económicos. Todavía hay que esperar”.
En este caso otro gran hándicap para Nadal y para el resto de tenistas será el cambio de superficie en apenas unos días. Se pasaría de jugar en la pista rápida de Nueva York a hacerlo en tierra batida sin ningún torneo entre medias para adaptarse. Eso sí, hay que esperar porque no está nada claro que la temporada pueda reanudarse.
