La selección, liderada por Sergio Scariolo, enfrentó el partido con múltiples bajas y jugadores cargados de minutos, lo que hizo que el duelo fuera más exigente de lo esperado
La Selección Española de Baloncesto logró imponerse a Bélgica por 59-52 en su último partido clasificatorio para el Eurobasket. Aunque la clasificación estaba asegurada desde jornadas anteriores, el partido tenía un valor simbólico importante. Sirvió como termómetro para medir el estado actual del equipo antes de la cita continental de agosto. La sensación era clara, ganar no solo era cuestión de cerrar la fase con un buen balance, sino también de recuperar confianza tras la reciente caída ante Letonia. El ambiente en la cancha reflejaba tensión y, desde el inicio, quedó claro que la tarea no sería sencilla.
Desde el primer cuarto, el duelo se mostró equilibrado. España y Bélgica intercambiaron canastas, cerrando los primeros diez minutos con empate a 11. La falta de fluidez ofensiva de la ‘roja’ contrastaba con una defensa que, aunque sólida, no evitaba las arremetidas belgas. En el segundo periodo, Bélgica aprovechó ciertos despistes para tomar la delantera. Sin embargo, la intensidad defensiva de los de Sergio Scariolo impidió que la diferencia fuera insalvable. Hugo González se erigió como líder inesperado, aportando energía y puntos cruciales para mantener a España en la pelea.
España ajusta su juego tras el descanso y se impone en la recta final gracias a la defensa
La pausa en vestuarios trajo consigo un cambio evidente en la actitud del equipo. Scariolo, consciente de las limitaciones físicas de sus jugadores en esta ventana de febrero, ajustó piezas clave. España subió la intensidad en ambos lados de la cancha y empezó a capitalizar las pérdidas belgas. Cada robo de balón se transformaba en una oportunidad para cambiar el ritmo. El tercer cuarto fue el punto de inflexión, la selección consiguió una ventaja mínima pero valiosa, jugando con más claridad en ataque y manteniendo la solidez defensiva.
En el último cuarto, la ‘roja’ mantuvo la presión. Bélgica, lejos de rendirse, intentó acortar distancias, pero la defensa española volvió a ser determinante. Cada posesión se luchaba como si fuera la última, reflejando la importancia de terminar con buen sabor de boca. Con cinco puntos de diferencia en los dos últimos cuartos, España selló la victoria. La sensación final fue de alivio y deber cumplido, aunque quedó claro que hay aspectos por mejorar de cara al Eurobasket.
Una victoria que refuerza la moral y deja aprendizajes clave para el Eurobasket
Más allá del marcador, el partido dejó lecciones valiosas. Scariolo valoró el esfuerzo de sus jugadores, destacando la importancia de sumar minutos de calidad y fortalecer la química del equipo. El desafío era doble, competir pese a las ausencias y mantener la identidad de juego. España, con este triunfo, cierra la fase clasificatoria con moral reforzada, consciente de que los retos mayores están por venir.
El Eurobasket espera en agosto, y aunque la selección no deslumbró en este último tramo, supo responder en momentos clave. La defensa, como en otras ocasiones, fue el pilar sobre el que se construyó la victoria. Si bien el margen de mejora es evidente, partidos como este refuerzan la competitividad del equipo. España buscará no solo participar, sino ser protagonista y seguir escribiendo su historia en el baloncesto europeo.
