El exjugador de baloncesto triunfa en la música electrónica tras una carrera en la NBA y un breve paso por el Barcelona
Rony Seikaly, a sus 59 años, ha encontrado en la música su verdadera pasión, después de una carrera destacada en la NBA. Nacido en el Líbano y con una estatura de 2,11 metros, Seikaly parecía destinado al baloncesto, aunque sus primeras pasiones fueron el fútbol y el atletismo. Hoy, sin embargo, su vida gira en torno a la música electrónica, un mundo en el que lleva involucrado desde los 14 años, y en el que trabaja profesionalmente desde su retiro del deporte en el año 2000.
Seikaly ha vivido en lugares clave para la música electrónica, como Barcelona e Ibiza, donde ha desarrollado su carrera como DJ, centrándose en los sonidos de deep house. Aunque el baloncesto quedó atrás, siempre tuvo claro que la música era su verdadera pasión.
Una carrera destacada en la NBA y un paso fugaz por el Barcelona
Rony Seikaly fue uno de los jugadores más destacados de la Universidad de Syracuse, donde formó una legendaria pareja interior con Derrick Coleman bajo la dirección de Jim Boeheim. En 1988, Miami Heat lo seleccionó como su primer pick en el draft, en una era donde los pívots eran los jugadores más valorados. Seikaly tuvo una carrera sólida en la NBA, jugando para Heat, Warriors, Magic y Nets, y ganó el premio al Jugador Más Mejorado en 1990.
Después de 11 años en la liga, Seikaly firmó con el Barcelona en el año 2000, en un intento del equipo por conquistar la Euroliga. Sin embargo, su paso por el club catalán fue corto y polémico. Jugó solo cuatro partidos antes de que Aíto García Reneses y él tuvieran diferencias irreconciliables que culminaron en la rescisión de su contrato.
El fracaso en Barcelona y el ascenso de Pau Gasol
El fichaje de Rony Seikaly por el Barcelona generó muchas expectativas, pero terminó siendo una de las mayores decepciones del club. El pívot no logró adaptarse al equipo ni al estilo de juego europeo, lo que derivó en tensiones con el entrenador Aíto García Reneses. Tras apenas siete partidos oficiales, Seikaly abandonó el equipo, devolviendo parte del dinero que había cobrado y poniendo fin a su carrera profesional en el baloncesto.
Este fracaso abrió el camino para Pau Gasol, que tomó un papel más protagonista en la rotación del equipo. El joven talento catalán aprovechó la oportunidad, y esa temporada 2000-01 fue clave en su explosión como estrella del baloncesto mundial. Gasol ganó la Liga y la Copa con el Barcelona, fue MVP en ambas finales, y meses después fue seleccionado en el número 3 del draft de la NBA, marcando el inicio de una carrera que cambiaría para siempre la historia del baloncesto español.