Anthony Davis estará fuera al menos un mes y los Dallas Mavericks se enfrentan a una nueva crisis justo cuando intentaban pasar página tras el traspaso de Luka Doncic
Anthony Davis estará fuera un mes y la situación de los Mavericks se complica. Cuando parecía que las aguas volvían a su cauce en Dallas tras el polémico adiós de Luka Doncic, la lesión del pívot estrella reabre una crisis que no da tregua. El sábado, en el primer partido en casa después del traspaso de Doncic, Davis encendió las ilusiones con un primer tiempo de gran nivel. Sin embargo, el destino volvió a golpear, una lesión en el aductor lo dejó fuera en el tercer cuarto. Aunque él mismo intentó minimizar el problema, el parte médico reveló la gravedad. Al menos un mes de baja y podría ser más.
La noticia deja a los Mavericks en una posición delicada. Davis era la gran apuesta para mantener al equipo competitivo esta temporada. Con sus 32 años, la intención era exprimir su mejor versión de inmediato, junto a Kyrie Irving y Klay Thompson. Pero ahora, sin él, Dallas queda expuesto en una Conferencia Oeste más cerrada que nunca. Perder a su mejor defensor interior y pieza clave en la ofensiva pone en riesgo no solo la clasificación para los playoffs, sino también el proyecto a corto plazo del equipo.
Los rivales directos acechan mientras la presión crece en Dallas
La clasificación no perdona. Los Mavericks están octavos del Oeste, pero solo les separa un partido y medio de Kings, Warriors y Suns. La competencia por evitar quedarse fuera del play-in será feroz. Para colmo, el calendario es poco benévolo, en las próximas semanas se enfrentarán a sus rivales directos. Entre ellos destacan dos duelos con los Kings, uno con los Suns y otro con los Warriors. Además, el día 25 se dará el primer enfrentamiento entre Mavericks y Lakers desde el famoso traspaso de Doncic, un partido que ya genera gran expectación.
Además, la baja de Davis podría extenderse incluso más allá de un mes. Si los médicos recomiendan cirugía, su temporada estaría terminada, dejando a Dallas sin su principal refuerzo y obligando al equipo a replantear toda su estrategia. A esto se suma la incertidumbre sobre la disponibilidad de PJ Washington y Dante Exum, quienes también salieron tocados del último partido contra los Rockets. Todo parece complicarse en el peor momento posible.
El malestar de la afición crece ante la incertidumbre del proyecto
En medio de esta tormenta deportiva, las dudas y las teorías conspirativas no se han hecho esperar. Algunos creen que el regreso de Davis se aceleró para calmar a la afición en ese primer partido tras el traspaso de Doncic. Para otros, el anuncio de la lesión durante la Super Bowl buscaba pasar desapercibido en medio del ruido mediático.
Mientras tanto, el ambiente se mantiene tenso. La afición está dolida y desconfía de las decisiones de la franquicia, que insiste en justificar el traspaso como un paso hacia una “cultura ganadora”. Sin embargo, sin Davis en pista, esa narrativa se tambalea. La presión es enorme. Sin margen de error, los próximos partidos decidirán si este proyecto sobrevive o si queda enterrado junto a la esperanza de repetir las Finales.
