El prodigio esloveno Luka Doncic guía a los Dallas Mavericks a la final de la NBA tras un espectacular quinto partido contra los Minnesota Timberwolves
Luka Doncic ha demostrado una vez más por qué es uno de los mejores jugadores de la NBA. Después de una progresión notable en la liga, enfrentamientos injustos con premios individuales y la construcción lenta de un proyecto competitivo, Luka ha llevado a los Dallas Mavericks a la final de la NBA. Con una victoria arrolladora sobre los Minnesota Timberwolves (103-124), los Mavericks sellaron su pase para enfrentarse a los Boston Celtics en la final.
Una actuación dominante en los Playoffs del Oeste
Doncic ha dominado los Playoffs del Oeste, enfrentándose a la defensa férrea de los Timberwolves y superándola con actuaciones brillantes. En el quinto partido, Luka anotó 36 puntos, capturó 10 rebotes y repartió 5 asistencias, con una impresionante efectividad del 64% en tiros de campo. Desde su tiempo en el Real Madrid, Doncic ha llevado consigo un ADN ganador que ha sido crucial para el éxito de los Mavericks.
El primer partido contra los Timberwolves lo definió con un triple decisivo. En el segundo, hizo historia superando a Rudy Gobert. En el tercer encuentro, dominó con una actuación magistral, y en el quinto, selló la serie con su “gran plan”. La actuación de Doncic ha sido tan dominante que solo estrellas como Jokic, Tatum y Murray han tenido partidos similares en los Playoffs.
Inicio arrollador de los Mavericks
Desde el comienzo del partido, los Mavericks mostraron su intención de reventar el encuentro. Doncic abrió el marcador con dos triples y dos bandejas, estableciendo un ritmo imparable. Aunque Anthony Edwards y Mike Conley tuvieron sus momentos, la respuesta de Dallas fue contundente. Al final del primer cuarto, Doncic ya había anotado 20 puntos, llevando a su equipo a una ventaja de 19-35.
El segundo cuarto continuó con el mismo ímpetu. Minnesota mostró destellos de resistencia con Edwards y Towns, pero los Mavericks, liderados por Doncic e Irving, se mantuvieron firmes. Irving, con jugadas brillantes, y Doncic, con su quinto triple, llevaron la ventaja a niveles casi insalvables (40-69) al final de la primera mitad.
Dominio absoluto hasta el final
Dallas mantuvo su dominio hasta el final del partido, asegurando una victoria contundente. Aunque Minnesota ganó los dos últimos cuartos, la diferencia era ya insuperable. Dallas llegó a tener una ventaja de 33 puntos (87-54) en el tercer cuarto, con una racha impresionante de Irving desde lejos. Doncic, con su habilidad inigualable, cerró el partido con otra jugada espectacular.
El último cuarto fue un trámite, aunque con momentos de lucha por parte de Edwards. Doncic continuó su dominio desde lejos, e Irving, como perfecto compañero, facilitó jugadas cruciales para Lively. Al final, los Mavericks se llevaron la victoria y el título de campeones del Oeste, preparándose para la histórica final contra los Boston Celtics.
La pareja mágica: Doncic e Irving
Doncic e Irving han sido la clave del éxito de los Mavericks, elevando su juego a niveles extraordinarios. En el quinto partido, ambos anotaron 36 puntos cada uno, con Irving añadiendo 4 rebotes y 5 asistencias. Esta es la tercera vez en los Playoffs que ambos anotan 30 puntos o más en un mismo partido, un logro que solo Jerry West y Elgin Baylor superaron en 1962.
El resto del equipo también contribuyó de manera significativa. PJ Washington (12 puntos y 7 rebotes) y Daniel Gafford (11 puntos y 9 rebotes) fueron cruciales, mientras que Lively mostró signos de recuperación con 9 puntos y 8 rebotes.
Minnesota no pudo igualar el ritmo
A pesar de los esfuerzos de Edwards y Towns, los Timberwolves no pudieron igualar la intensidad de los Mavericks. Edwards finalizó con 28 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias, y Towns con 28 puntos y 12 rebotes. Sin embargo, ningún otro jugador de Minnesota superó los 10 puntos, lo que dejó a su equipo corto frente al arrollador desempeño de los Mavericks liderados por Doncic.
Ahora, con los Mavericks coronados como campeones del Oeste, el próximo desafío es la final contra los Boston Celtics. Luka Doncic ha completado una parte crucial de su destino; solo falta la pieza de joyería que simboliza el campeonato de la NBA.