Los Knicks logran uno de los proyectos más ambiciosos de su historia tras un intercambio que también involucra a Partizán
Los Timberwolves y los Knicks han cerrado el traspaso de Karl-Anthony Towns en una operación que también ha necesitado la participación de los Charlotte Hornets como tercer equipo implicado. Leon Rose, el ejecutivo de los Knicks, ha cumplido su objetivo desde 2020 al incorporar a Towns y construir uno de los proyectos más ambiciosos del equipo de Nueva York. Junto a Jalen Brunson, O.G. Anunoby y Mikal Bridges, Towns formará parte de un cuarteto estelar que convierte a los Knicks en aspirantes serios al título desde el comienzo de la temporada.
Para conseguir a Towns, los Knicks entregaron a Julius Randle y Donte DiVincenzo, además de una primera ronda protegida de los Detroit Pistons, a los Timberwolves. Este movimiento permite a Minnesota hacer ajustes económicos y renovar su proyecto mientras incorporan a dos jugadores con roles importantes en la rotación.
Detalles del traspaso y el papel de los Hornets
El traspaso de Towns a los Knicks incluyó una fórmula inusual y compleja para cumplir con las nuevas restricciones salariales que impone el convenio colectivo de la NBA. Los Knicks se llevaron a Karl-Anthony Towns y los derechos del joven pívot James Nnaji, mientras que los Timberwolves recibieron a Randle, DiVincenzo, Keita Bates-Diop y una primera ronda protegida de Detroit. Por su parte, los Hornets se hicieron con tres segundas rondas, 7,2 millones de dólares y tres jugadores (DaQuan Jeffries, Charlie Brown Jr y Duane Washington Jr) mediante la fórmula del sign and trade.
James Nnaji, que actualmente juega cedido en el Girona, fue drafteado por los Hornets en 2023, pero ahora sus derechos pertenecen a los Knicks. En cuanto a los Hornets, su papel en el traspaso se ha limitado a facilitar la operación y obtener activos como las selecciones de segunda ronda y dinero en efectivo.
La complejidad de cuadrar salarios y el futuro de los Knicks
El nuevo convenio colectivo de la NBA ha añadido mayores restricciones a los equipos que exceden los límites salariales, como el “primer apron” y el “second apron”, lo que incrementa los castigos económicos y limita la flexibilidad en las operaciones. Debido a estas restricciones, Knicks y Wolves tuvieron que cuadrar exactamente los salarios involucrados en el traspaso, lo que hizo necesaria la inclusión de los Hornets para hacer posible la operación sin sobrepasar los límites económicos permitidos.
El papel de Washington Jr es especialmente curioso, ya que firmó un contrato con los Knicks solo para ser traspasado a los Hornets, liberado y posteriormente regresar al Partizán, el club serbio con el que había firmado inicialmente. El equipo de Belgrado se beneficiará de un buyout cercano a los 850.000 dólares por dejar ir temporalmente al jugador, lo cual representa un gran negocio para todas las partes involucradas.