Andreas Zagklis reconoce que el videoarbitraje ralentiza el juego y aborda las perspectivas de crecimiento del baloncesto en Europa
El secretario general de la FIBA, Andreas Zagklis, ha admitido que la regla del videoarbitraje, en vigor desde octubre de 2022, ha generado críticas por ralentizar el desarrollo de los partidos. Los encuentros superan habitualmente las dos horas, lo que ha provocado quejas de los aficionados.
Zagklis también señaló que, aunque algunos países permiten más revisiones por partido, como en la Liga Endesa española, el objetivo debe ser garantizar un producto atractivo sin comprometer la fluidez del juego. Además, el dirigente defendió que la FIBA priorice la expansión comercial en Europa antes de considerar mercados fuera del continente.
La expansión europea y la influencia de la NBA
El máximo dirigente de la FIBA subrayó la necesidad de explorar nuevos mercados dentro de Europa antes de expandirse a regiones como el Golfo Pérsico. Según Zagklis, el baloncesto europeo aún no ha alcanzado su potencial comercial, especialmente en países del centro y norte de Europa. La familia europea de la FIBA debe centrarse en fortalecer su posición antes de buscar horizontes más lejanos, aseguró en rueda de prensa.
En cuanto a la NBA, Zagklis destacó que cualquier colaboración con la liga estadounidense se hará bajo el marco de la FIBA, sin incluir directamente a la Euroliga. Esta colaboración podría implicar una nueva competición europea en la que participarían equipos de primer nivel. Sin embargo, las actuales franquicias de la Euroliga, como Real Madrid, Barcelona y Fenerbahçe, están evaluando sus compromisos a largo plazo con esta competición, cuya renovación contractual está prevista hasta 2036.
La compensación a clubes europeos y el veto a equipos rusos
Otro tema abordado por Zagklis fue la preocupación de los clubes europeos por la falta de compensaciones económicas cuando jugadores formados en sus canteras se trasladan a la NBA o al baloncesto universitario (NCAA). La FIBA busca soluciones que protejan a los clubes sin restringir la movilidad de los jugadores, proponiendo acuerdos que incluyan pagos adicionales por traspasos.
Por otro lado, se confirmó que los equipos rusos y bielorrusos seguirán excluidos de las competiciones europeas debido a la guerra en Ucrania. Zagklis afirmó que esta medida permanecerá hasta que la situación geopolítica permita reconsiderarla, priorizando factores externos al deporte en esta decisión.
