El equipo de baloncesto estadounidense tiene un nuevo objetivo bajo la mesa con la idea de llevar hasta el liderazgo al jugador de Texas
El camino del baloncesto es a menudo sinuoso, lleno de emociones, rivalidades y cambios inesperados. El reciente traspaso de Damian Lillard, el emblemático base de los Portland Trail Blazers, al Miami Heat, ha dejado a la NBA en un estado de conmoción y expectación, naciendo así un nuevo nombre, Jimmy Butler. Después de 11 años, la relación entre Damian Lillard y Portland ha llegado a su fin. La noche del Draft de la NBA, donde los Blazers eligieron a Lillard en 2012, marcó también el fin de esta historia.
Un escenario lleno de simbolismo, donde los Blazers seleccionaron a Scoot Henderson, el base llamado a ser un talento generacional y el gran sucesor de Lillard. Así, la pasada temporada ya dejaba entrever que algo estaba cambiando. Los Blazers sabían que, si no se producían cambios significativos, podían perder a Lillard, considerado por muchos el mejor jugador en la historia de la franquicia.
Buscando el anillo cuando la paciencia de Lillard se agota
A lo largo de su carrera, Lillard siempre ha demostrado un amor incondicional hacia la ciudad de Portland y su franquicia. Sin embargo, tras años de espera por un anillo que lo consagre como uno de los mejores bases de todos los tiempos, Lillard ha decidido anteponer sus intereses a los de Portland. Es difícil aceptar que, teniendo a uno de los mejores jugadores del mundo durante 11 años, una franquicia solo haya logrado alcanzar una vez las finales de conferencia y no haber pisado nunca las Finales de la NBA.
Nombres como Brandon Roy, LaMarcus Aldridge y C.J McCallum han acompañado a Lillard durante su estancia en Portland, pero nunca lograron alcanzar la gloria. Ahora, Lillard sabe que es el momento de buscar un equipo que le garantice lo que tanto necesita su legado: un anillo de campeón. Y en este sentido, Miami Heat, con Jimmy Butler y Bam Adebayo, parece la franquicia perfecta para lograrlo.
El relevo perfecto con Scoot Henderson
La partida de Lillard es, sin duda, un duro golpe para los Blazers. Sin embargo, la llegada de Scoot Henderson, tercer seleccionado en el Draft, supone una luz de esperanza para la franquicia. Henderson es un talento generacional que ha sido comparado con el mejor Derrick Rose y se espera que se convierta en una de las caras de la liga.
Así, mientras Damian Lillard pone rumbo a Miami en busca de ese ansiado anillo, Portland acoge a un nuevo talento con la esperanza de escribir una nueva historia de éxito. Un final agridulce para la carrera de Lillard en Portland, que ha demostrado que, aunque escasa, la lealtad sigue existiendo en la NBA. De esta forma se espera una remontada en un futuro muy cercano.
