El Real Madrid atraviesa una temporada llena de dudas y la derrota en la final de la Copa ACB ante el Unicaja lo deja aún más expuesto. Los fichajes, que llegaron con la misión de reforzar el equipo, no han respondido a las expectativas, mientras que la plantilla muestra carencias en momentos clave
El Real Madrid sigue acumulando problemas en una temporada que se está volviendo cuesta arriba. La derrota en la final de la Copa ACB ante el Unicaja dejó en evidencia las carencias del equipo, especialmente la falta de impacto de sus fichajes. La plantilla, lejos del nivel de años anteriores, no ha podido hacer frente al poderío del conjunto andaluz.
Bruno Fernando y Dennis Smith, incorporaciones que generaban expectativas, han sido una gran decepción. El pívot apenas sumó minutos en los tres partidos del torneo, mostrándose errático en defensa y sin conexión con sus compañeros. Por su parte, Smith ni siquiera tuvo la oportunidad de debutar, quedando fuera de la convocatoria en cada encuentro. Un golpe duro para un equipo que apostó fuerte en el mercado de fichajes.
Un equipo sin recambios y con fichajes que no encajan en el esquema
Más allá de Fernando y Smith, la situación del Madrid no mejora con el resto de sus refuerzos. Jugadores como Usman Garuba, Serge Ibaka y Xavier Rathan-Mayes han tenido un papel menor o directamente inexistente en los momentos clave. Ibaka mostró destellos de su talento en la final, pero su aporte resultó insuficiente para marcar la diferencia.
La salida de figuras clave como Rudy Fernández, Sergio Rodríguez y Guerschon Yabusele dejó huecos que los nuevos fichajes no han sabido llenar. Andrés Feliz, fichado como generador de juego, no ha logrado compensar la falta de un verdadero reemplazo para Facundo Campazzo. La falta de química en la plantilla se refleja en la cancha, con un equipo que sufre cada vez que sus estrellas descansan.
Chus Mateo: bajo presión ante una plantilla sin rumbo claro
El entrenador Chus Mateo enfrenta una de sus temporadas más complicadas. A pesar de sus pedidos de refuerzos, ahora se encuentra con un plantel que no le ofrece soluciones claras. La falta de una rotación confiable para Campazzo y Tavares es un problema evidente, y la adaptación de los nuevos jugadores sigue sin concretarse.
Las declaraciones del técnico tras la final reflejan la incertidumbre del equipo. “Es un año más complicado que otros porque tenemos algún déficit más, pero seguiremos intentando competir”, aseguró. Sin embargo, la realidad muestra un Madrid lejos de su mejor versión, con fichajes que no terminan de encajar y un futuro que se presenta incierto en la Euroliga.
