El delantero de Amezketa expresa su frustración tras soportar abucheos y pitos injustificados durante el partido
El ambiente hostil en el frontón Labrit ha afectado seriamente al ánimo de Jokin Altuna, delantero de Amezketa. Desde que saltó a la cancha, Altuna fue recibido con abucheos y pitos, lo que le dejó tocado anímicamente. En los vestuarios, visiblemente enfadado, expresó su frustración: “Igual en vez de escribir sobre el partido, también podéis escribir sobre el ambiente que hay en el frontón. Me da asco jugar aquí”, comentó, señalando lo lejos que está este comportamiento de la tradicional actitud respetuosa del público.
Desde el primer momento, la grada alta no dejó de silbarle y abuchearle sin razón aparente. La situación empeoró tras una dejada al contraataque, que, aunque correcta, fue cuestionada por el público. Los pitos aumentaron en los siguientes tantos, incrementando la presión sobre Altuna. En un momento de frustración, celebró con rabia un tanto mirando al graderío, lo que solo intensificó la hostilidad de los espectadores, quienes comenzaron a apoyar a su rival Laso, aunque no estuviera presente.
La rivalidad y sus efectos en el ambiente del frontón
Esta no es la primera vez que Altuna enfrenta un ambiente adverso en el Labrit. Su rivalidad con Laso ha exacerbado la animosidad del público hacia él, independientemente de su desempeño en el juego. Esta situación recuerda a la que vivió Olaizola II en el mismo escenario debido a su rivalidad con Irujo. Es comprensible que Altuna encuentre difícil jugar bajo estas condiciones, donde el público se muestra claramente en su contra.
El frontón Labrit, conocido por su ambiente especial y lleno todos los sábados, especialmente durante San Fermín, está experimentando un cambio preocupante. Incidentes como amagos de peleas y vasos cayendo desde la grada superior muestran una falta de respeto creciente hacia los pelotaris. Este comportamiento está alejándose cada vez más del tradicional ambiente de la pelota.
La necesidad de un cambio en la actitud del público
Jokin Altuna, actualmente el número 1 indiscutible de la pelota, merece un ambiente respetuoso en la cancha. Independientemente de las preferencias personales del público, los abucheos y pitos son injustificados y afectan el espíritu del juego.
Es esencial que se recupere el respeto tradicional hacia los pelotaris para preservar la integridad del deporte. Altuna es un jugador excepcional y su presencia en la cancha es una delicia para los aficionados. Animar o no a un jugador es natural, pero los abucheos constantes son inaceptables y deben ser erradicados para mantener el espíritu deportivo.