El programa inició su aventura en el crucero con alguna sorpresa llamativa
Con novedades pero sin tocar lo que funciona, esa fue la principal premisa de “First Dates Crucero” y vaya si lo consiguió. En el primer programa emitido sobre la embarcación, diferentes comensales se dieron cita y dejaron claro que todavía hay cosas diferentes que ver en uno de los programas más exitiosos.
Con Carlos Sobera al mando del programa, claro que de la dirección del crucero se encargaba otro capitán más experimentado, iniciaba esta novedosa entrega de “First Dates” con la peculiaridad de no ser en el restaurante más famoso de la televisión. Desde muy pronto quedó claro que el lugar era distinto, pero la magia no había desaparecido.
Fue el turno de Paco, un participante del programa con 55 años que sorprendió desde su entrada en escena, antes de conocer a la que sería su cita. Él es un pensionista que viene desde Ibiza con una afición diferente a los de su edad. A Paco siempre le ha gustado vestirse de mujer, aunque se considera heterosexual y hace 10 años se puso pechos.
En frente estuvo Pilar, una reincidente en el programa, que se mostró encantada con Paco desde el principio. “Cuando la he visto con ese vestido rosa, que es mi color favorito, te juro que me la comía entera” fueron las palabras de ella al ver a su cita. Una Pilar que estuvo muy activa en la cena y disfrutando.
Pilar llegó incluso a pedirle a Paco si podía tocarle un pecho, a lo que él accedió. Mientras cenaban mantuvieron conversaciones sobre diversidad de temas como religión o sus anteriores parejas, pero la personalidad de Pilar hizo que Paco no lo dudase al final. Él rechazó la idea de tener una segunda cita porque dijo no haber tenido feeling.