La historia de los Alcántara atraviesa por momentos difíciles y las dudas dejan tocados a toda la familia
Con el nuevo año en San Genaro, la familia Alcántara sigue en unos momentos complicados después de lo acontecido en Nochebuena. Las celebraciones se mudan hasta la casa de Toni y Deborah para que el resto de la familia pueda disfrutar, pero la llegada de un invitado especial hace que el protagonismo de las fechas pase a un segundo plano.
Son las primeras fechas navideñas que pasan separados Merche y Antonio en muchísimo tiempo. No por ello dejan de ser un período difícil para convivir en familia, puesto que tanto Merche como su exmarido viven con relativa cercanía, lo que hace aún más complicado el trascurso pacifico de la historia de los Alcántara.
Antonio no quiere complicarlo más y decide pasar la Nochevieja sin nadie de la familia, además de no ir a la fiesta para así no estar en el mismo lugar con Merche. Aunque sus planes se tuercen cuando entra en escena Catalina Marini, el personaje que interpreta Natalia Millán. Dicho personaje se incorpora a la serie aportando frescura a un entramado de problemas que hay en San Genaro.
En la casa de Toni y Deborah también ocurre una sorpresa que deja impactados a todos. A la celebración familiar acude Salva como invitado especial. Un Salva al que María ya ha tenido el gusto de presentarle a la familia de manera oficial. Eso sí, todos se sorprenden cuando Deborah hace de “madre protectora” y obliga a estar en silencio a todos mientras toman las uvas.
Todos terminan por acudir a la fiesta organizada por el grupo de teatro y se ven momentos sorprendentes como el de Toni susurrándole a Herminia. Por su parte, Antonio decide ir al final a la fiesta junto a Catalina pero allí se encuentra con Mercedes y, aprovechando la coincidencia también de Catalina y Maxi, ambos se ponen a hablar llegando al punto de que Antonio y Merche son elegidos los “Reyes del baile” en la Nochevieja de 1990.