Mercadona celebra un año sin precedentes, marcando un hito en su historia con un beneficio neto que asciende a 1.009 millones de euros, un aumento del 40% respecto al año anterior
El logro se produce en un contexto donde el debate sobre los beneficios empresariales y su impacto en la sociedad cobra especial relevancia. La cadena, líder en el sector de supermercados en España, no solo ha visto crecer sus ventas en un 15% durante 2023, sino que también ha consolidado su rentabilidad en Portugal y en el ámbito digital. Una situación que, como es lógico, ha elevado el beneficio neto de Mercadona.
Desde su sede en Valencia, Juan Roig, presidente y principal accionista de Mercadona, compartió estos resultados, calificándolos como los mejores de la historia de la empresa. Este éxito se atribuye a una combinación de factores, incluyendo mejoras en la productividad, un año turístico excepcional y la rentabilidad alcanzada tanto en Portugal como en las ventas online. Sin embargo, es importante analizar estos números en el contexto más amplio de la economía y la sociedad españolas.
El aumento de los beneficios en un contexto de críticas y desafíos económicos plantea preguntas importantes sobre el equilibrio entre la rentabilidad empresarial y la responsabilidad social. En 2022, Roig admitió que los precios habían subido “una barbaridad”, pero desde abril del año pasado, la empresa ha implementado reducciones de precios en un millar de productos. Aunque estas medidas han sido bien recibidas, el debate sobre si las grandes cadenas de supermercados están aprovechando las subidas de precios sigue vigente.
La subida de precios solo beneficia a Mercadona y al gobierno
La estrategia de Mercadona, centrada en un plan de inversiones lanzado en 2016 que acumula 10.000 millones de euros, ha permitido mantener los márgenes relativamente estables. A pesar de una ligera reducción en el margen bruto, el beneficio sobre las ventas netas ha aumentado, lo que indica una gestión eficiente. Sin embargo, la cuestión de si estos beneficios son excesivos en un momento en que muchos consumidores enfrentan dificultades económicas es un tema de debate.
Roig defiende la generación de beneficios como algo positivo, argumentando que el bienestar de la sociedad depende de la existencia de empresarios honrados. Aunque esta perspectiva tiene mérito, es crucial considerar cómo se distribuyen estos beneficios y su impacto en el conjunto de la sociedad. La reducción de precios en productos seleccionados y el traslado de las bajadas del IVA al consumidor son pasos en la dirección correcta, pero aún queda espacio para reflexionar sobre la responsabilidad social corporativa.
La inversión en mejorar las tiendas, cerrar las deficitarias y optimizar la logística y la digitalización ha sido clave para el éxito de Mercadona. El negocio en Portugal y el ámbito online, ahora rentables, demuestran la capacidad de adaptación y crecimiento de la empresa. Sin embargo, el éxito financiero debe ir acompañado de un compromiso continuo con la sostenibilidad y el impacto social.
Beneficio neto de récord en una espiral de precios en Mercadona
El debate sobre los beneficios excesivos no es exclusivo de Mercadona, pero el caso de esta cadena ofrece una oportunidad para reflexionar sobre cómo las grandes empresas pueden contribuir de manera más efectiva al bienestar general. La transparencia en la gestión de los beneficios, el compromiso con precios justos y el apoyo a las comunidades locales son aspectos que pueden reforzar la imagen de una empresa y su relación con la sociedad.
En conclusión, mientras Mercadona celebra un año récord, la discusión sobre el equilibrio entre la rentabilidad y la responsabilidad social cobra nueva relevancia. En un mundo cada vez más consciente de las desigualdades económicas y los desafíos sociales, las empresas tienen la oportunidad de liderar con el ejemplo, demostrando que el éxito financiero puede ir de la mano con un compromiso genuino con la sociedad.