Glovo y su seguimiento incesante a los riders: Una mirada al corazón de la economía de plataformas
La digitalización ha transformado la economía global, y con ella, la forma en que las empresas interactúan con sus empleados. Glovo, una de las principales empresas de reparto a domicilio, no es ajena a esta revolución. Sin embargo, recientes investigaciones han arrojado luz sobre prácticas preocupantes relacionadas con la privacidad de sus trabajadores, los riders.
La tecnología permite a las empresas tener un control casi absoluto sobre sus empleados. Pero, ¿dónde se traza la línea entre supervisión y vigilancia invasiva? Según investigaciones recientes, Glovo parece haber cruzado esa línea. La empresa monitorea a sus riders incluso cuando no están en servicio, recopilando y compartiendo datos sin el conocimiento o consentimiento explícito de estos trabajadores.
Terceras empresas en el juego: ¿Quién más tiene acceso a los datos?
No es solo Glovo quien tiene acceso a esta información. Se ha descubierto que datos sensibles de los riders se comparten con empresas externas, sin un propósito claro o justificable. Estas acciones no solo violan las normas de privacidad, sino que también ponen en riesgo la seguridad y el bienestar de los trabajadores. La falta de transparencia en estas operaciones es alarmante y plantea la pregunta: ¿Qué más no sabemos?
Además del seguimiento constante, Glovo también ha implementado un sistema de puntuación oculto para sus riders. Aunque los detalles específicos de este sistema siguen siendo un misterio, su existencia es preocupante. Estos sistemas pueden ser utilizados para ejercer presión sobre los trabajadores, afectando su bienestar y su capacidad para realizar su trabajo de manera efectiva.
La respuesta necesaria: Proteger los derechos de los trabajadores en la era digital
La economía de plataformas ha traído consigo muchos beneficios, pero también nuevos desafíos. Las empresas, mientras aprovechan las ventajas de la tecnología, deben garantizar que los derechos de sus empleados se respeten en todo momento. Es esencial que se establezcan regulaciones más estrictas para proteger a los trabajadores de prácticas invasivas y garantizar que se respeten sus derechos fundamentales.
En conclusión, mientras Glovo y otras empresas similares continúen prosperando en la economía digital, es imperativo que se tomen medidas para garantizar que las prácticas laborales evolucionen de manera que protejan, en lugar de explotar, a los trabajadores. Los riders, como todos los trabajadores, tienen derecho a la privacidad, la seguridad y el respeto en su lugar de trabajo. Es hora de que las empresas reconozcan y respeten estos derechos fundamentales.
