Uno de los supermercados alemanes ha sacado al mercado el producto típico que todos los hogares consumen a la hora de comer, superando la calidad de sus competidores
Una de las delicias españolas que casi todos los hogares consumen a menudo son las croquetas, por ello no puedes pasar por alto las nuevas que ha traído Aldi. El gran éxito que han alcanzado se puede ver en las estanterías, puesto que sus consumidores han arrasado con ellas. Además de su alta calidad, también presenta un precio asequible para todos los bolsillos.
Hablamos en concreto de las croquetas de bacalao con las que ha sorprendido Aldi. Para su fabricación interna se ha utilizado leche desnatada en polvo, bacalao, cebolla, sal, aceite de girasol y harina de trigo. Por otro parte, para el exterior se ha hecho uso de pan rallado, sal, levadura y albúmina de huevo. A lo que se une el etiquetado de “El Mercado”, el cual prueba la calidad del producto.
Las diferentes opciones actuales para cocinar las croquetas en casa
La forma correcta de cocinar estas croquetas es con ayuda de una freidora. El primer paso es precalentar el aceite para que esté a la temperatura perfecta antes de introducirlas durante 4 minutos a 180 grados. Así, ya puedes introducirlas durante unos minutos para poder disfrutar en la mesa. Por supuesto, no es la única forma actual de cocinarlas.
De igual forma también te puedes ayudar de una sartén, en el caso de que no cuentes con freidora. Aquí, deberás seguir los mismos pasos anteriores, puesto que el aceite se debe precalentar antes de echar las croquetas. Se recomienda acompañar con algún tipo de verde, una de las mejores opciones sería una ensalada, para completar el círculo.
La controversia que iguala a Aldi con su competidor Mercadona
Aunque no todo son buenas noticias para Aldi, puesto que al igual que Mercadona ha sido criticado por los clientes después de hacer malas prácticas entre el peso y el precio de sus productos. Así lo ha querido demostrar una de sus consumidoras, después de percatarse de la equivocación de la etiqueta que presentaba la pechuga de pollo.
Hablamos en concreto de la pechuga de pollo que se venden en envases cortados en finas lonchas. El enfado proviene de la etiqueta de la estantería, donde se mostraba un envase con 200 gramos, comercializados a casi dos euros cada unidad. Cuando en realidad, el peso del producto había bajado en 50 gramos, por lo cual el precio tendría que haber hecho lo mismo.