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Consejos para limpiar las Stan Smith blancas de Adidas

Cada uno de los trucos de limpieza son muy fáciles de usar con productos asequibles 

Las zapatillas Stan Smith de Adidas nunca pasan de moda, pero con el tiempo su color blanco se vuelve un tanto amarillo por el uso de productos químicos. Lo que las hace especial es que las puedes combinar con cualquier look, haciendo imposible tirarlas a la basura antes de intentar cualquier cosa por rescatarlas.

Las Stan Smith de Adidas se ensucian mucho y muy rápido, tanto, que en ocasiones difícilmente vuelven a su blancura original. En vista a que la demanda de este tipo de zapatillas no ha dejado de crecer, se ha conocido una serie de pasos para mantener las Adidas en perfecto estado.

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Te enseñamos a cuidar tus Adidas Stan Smith

La limpieza de las Stan Smith de Adidas siempre ha sido un poco complicado 

Lo primero que debes hacer es quitar los cordones y sacudirlas muy bien para eliminar la suciedad y tierra acumulada de las suelas. Luego, retira la suciedad superficial ubicada en la goma con un paño húmedo. Hecho esto, en un recipiente mezcla agua y jabón neutro y con un cepillo frota la tela.

Si hay alguna mancha imposible de sacar, diluye un poco de amoníaco al agua con jabón y frota las manchas con el cepillo. Deja actuar una hora. Asimismo, puedes meterlas en la lavadora para un proceso más rápido y fácil, con un programa corto de lavado, agua fría y mínimo centrifugado.

El uso del limón siempre ha sido muy importante en todas las prendas

Incluso el bicarbonato también es perfecto para este uso, además si se combina con otros elementos, como el limón o el vinagre, los resultados son realmente increíbles. Este es un procedimiento sencillo, seguro y eficiente para desmanchar zapatillas blancas como las Adidas y devolverles la pulcritud que las hace tan llamativas.

Coloca en un recipiente con pulverizador 100 ml de agua, 50 ml de zumo de limón y dos cucharadas de bicarbonato. Rocía las zonas más sucias de los zapatos. Deja que la acción haga su efecto. Luego, frota con fuerza para eliminar toda la suciedad que puedas y enjuaga con suficiente agua.