Cualquier medida de seguridad contra el coronavirus es recibida con gran sorna entre los usuarios
La pandemia del coronavirus ha provocado que el pánico se extienda en todo el planeta. Hay que ser muy responsables, respetar la distancia, usar mascarillas… todo eso está muy bien. Pero los establecimientos que trabajan de cara al público sufren más y en ocasiones, en función de la histeria de los responsables, se ven escenas realmente dantescas.
Porque una cosa es cumplir las normas y otra rozar la obsesión. Seguro que todos tenemos algún amigo que cena con la mascarilla puesta y solo se la mueve un poco para introducir un alimento. O que se desinfecta las manos cada cinco minutos.
Algunas iniciativas se van de las manos
Y es que los hipocondríacos están ante su gran minuto de gloria. Porque esas personas que siempre tienen la sensación de que tienen alguna cosa… están en su momento perfecto para quejarse y tomar precauciones. Esos que escuchan toser y automáticamente creen que se han infectado de covid.
Pues cuando ese tipo de personas tienen cargos importantes en empresas de renombre, pueden darse situaciones como la que ha tenido lugar en México y que ha causado una auténtica revolución en las redes sociales con opiniones de los usuarios.
Los condones del BBVA
Y es que en los cajeros automáticos del BBVA, se están repartiendo una bolsita al entrar en las oficinas. En el interior de la bolsita hay una especie de condones. Muy pequeños. Por lo visto su utilidad es teclear en el cajero automático sin contagios.
Como era de esperar, el cachondeo se ha desplazado a la velocidad de la luz por las redes sociales. Ya los llaman los “condones pequeños del BBVA“. Y es que la forma de las fundas para los dedos no han podido ser más desafortunadas.