La aplicación de correo por excelencia tiene una serie de trucos para mejorar su rendimiento
Gmail es casi con total seguridad la aplicación de correo electrónico que más adeptos tiene en España, independientemente de que sean de Android o de iOS. Google mantiene esta aplicación siempre actualizada y presenta una gran cantidad de opciones para trabajar mejor. Pero para que realmente sea eficiente, hay que tener claros una serie de puntos.
Nos centraremos en los usuarios de Android, aunque ya decimos que para el resto de usuarios que también usen Gmail serán igualmente útiles estos truquillos. Siempre es bueno aprender a sacar el máximo rendimiento a este tipo de aplicaciones que nos facilitan el trabajo y la vida.
Haz búsquedas eficaces o programa correos
Un caso muy general es la búsqueda de algún correo antiguo que ya no aparece por ningún lado. Para ello hay atajos que filtran la búsqueda y se hace más ágil. Podemos poner “from“, “to“, “subject“, “has:attachment” o “has:drive” en función de sí queremos buscar en origen de los correos, en destinatario, en asunto, si el correo tiene algún elemento adjunto o si contiene algún documento guardado en Google Drive, Docs, Sheets o Presentaciones.
Otra gran herramienta es la que permite programar aquellos correos más importantes para que no se olviden. Para ello basta con rellenar un correo con normalidad pero antes de enviarlo pulsar en los tres puntos superiores de menú y seleccionar Programa envío. Con rellenar unos simples pasos se preparará ese correo para ser envíado en la fecha y hora requeridas.
Modo confidencial y modo oscuro
Otra gran opción es el modo confidencial, que encontraremos en la misma barra de menú que el de programar envíos. De esta forma podremos mandar un correo a un persona cifrado con contraseña para que solamente esa persona pueda leer el correo.
Esto son solo algunos trucos que aporta Gmail. También podremos gestionar varias cuentas de correo a la vez, bloquear a aquellos usuarios nocivos de los que no queramos saber nada o activar el modo oscuro, para que el color sea más adecuado y no nos deslumbre con tanto blanco.
