La importancia de aumentar la fuerza de internet en los teléfonos móviles provoca auténticos problemas en una de las principales compañías españolas
Vivimos en una época donde lo digital se ha apoderado de todo. La tecnología ha avanzado tanto que ya nadie se conforma con tener una tarifa de móvil como hace una década. Ahora, se quiere todo ilimitado y a bajo coste, ya que se ha demostrado que ya no es una utopía ofrecer a precios competitivos contratos importantes.
Sin embargo, el avance de la tecnología ha ido de la mano de una dejadez cada vez mayor de las empresas por sus usuarios. Y es que los diferentes números de atención al cliente derivan en un sinfín de espera que no termina de satisfacer a nadie.
La tecnología dificulta la atención al cliente
Porque la tecnología también ha suprimido a las personas físicas del otro lado del teléfono. Por eso ahora mismo, llamar a Movistar para registrar una incidencia o consultar cualquier tipo de duda, se hace muy cuesta arriba. Salta un contestadora que comienza a hacer preguntas como pollo sin cabeza, pidiendo que demos una tecla u otra en función de nuestras respuestas.
Esta circunstancia convierte en un auténtico dolor de muelas cualquier gestión. Pero lo que no se imaginaba nadie es lo que puede llegar a suceder con empresas como Movistar. O al menos, lo que un usuario de Movistar cuenta como experiencia personal.
Problemas con la app de Movistar
Resulta que un usuario que se encontraba realizando una gestión con Movistar ha terminado explotando al pasarle continuamente de un operador a otro y encontrarse al cabo de varios minutos sin haber avanzado nada en su gestión.
Sin embargo lo peor llego cuando otro usuario le preguntó si había pedido alguna compensación con alguna ampliación de datos. Y ahí contó que cuando le pasaba este tipo de problemas al estar una hora al teléfono, la app de Movistar se le desconfiguraba para no poder consultar los datos que faltaban por consumir en el mes.