La entidad bancaria todavía guarda gran parte de responsabilidad en el entuerto que supone el día a día en el club ché
El Valencia CF ha terminado descomponiéndose a la velocidad de la luz. Si hace un año el equipo había recuperado su espíritu competitivo, ganado la Copa del Rey (primer título en 10 años) y recuperado su puesto en la Champions… hoy de ese equipo no queda nada. Peter Lim se ha cargado al entrenador, al director deportivo y al capitán de ese grupo.
Es inevitable regresar atrás y pensar en el negocio en ciernes que todavía puede tener entre manos Bankia. Porque recordemos que en 2014 se optó por que Peter Lim se hiciera cargo de la mayoría del accionariado y Bankia entonces accedió a renegociar la deuda.
Peter Lim daba más garantías que los fondos buitre
En aquel momento las opciones eran 2. Peter Lim, un multimillonario con contactos importantes en el mundo del fútbol que prometía un proyecto ganador. Y un fondo buitre, con Bankia detrás, pero enmascarado con una figura visible de algún ex jugador importante del Valencia CF.
Se optó por el proyecto de Peter Lim, que ha resultado ser un absoluto fracaso. Porque Lim trata al Valencia CF y al valencianismo como una más de sus empresas. Priman tener más ingresos que gastos por encima de cualquier cosa, aunque ello suponga regalar al capitán a un rival directo o prescindir del entrenador que te hace campeón.
Bankia tiene mucho que decir
Sin embargo, los más perversos del lugar no pueden sacarse una idea de la cabeza. Viendo el escaso éxito de varios proyectos “asiáticos” en Europa (Espanyol, o AC Milan son buenos ejemplos), quizás Bankia accedió a renegociar la deuda con condiciones favorables porque esperaba un desenlace similar.
Esto significaría que Bankia todavía tendría mucho que decir en la actual situación, sobre todo si la presión social termina por hacer que Peter Lim y su equipo hagan las maletas para siempre. La entidad bancaria se frota las manos con nuevos créditos y la reactivación de las obras del Nuevo Mestalla.
