Es bastante común encontrarnos en el mercado varios tipos de elementos protectores que a la hora de la verdad no cumplen contra el covid
Los continuos brotes del coronavirus en distintos puntos de España han propiciado que las propias comunidades autónomas terminen convirtiendo las mascarillas en un objeto esencial y de consumo obligatorio, y con ello vienen inevitablemente los peligros de una oferta claramente excesiva y diversa en la que hay poca seguridad acerca de lo que se compra y su utilidad real.
Por tanto, de la práctica ausencia en cualquier farmacia o supermercado a disponer de una oferta apabullante. El mercado de las mascarillas pasó de ser minoritario a estar desabastecido, y de ahí a convertirse casi en un objeto de moda. Su evolución, además, se ha dado como la situación de la pandemia del coronavirus en un país que se las vio y se las deseó para surtir a sus propios profesionales.
Los sucedáneos de tipo FFP2 y FFP3 no se adecúan a los requisitos sanitarios
Ante ello nos surge la oportunidad de preguntarnos: ¿todas las mascarillas que se comercializan son eficaces contra el coronavirus? Y no, ni mucho menos. Es así que muchas de ellas no cumplen con los requisitos de seguridad que deben tener para proteger contra el coronavirus. Y para ello han salido ya muchos guías al respecto.
Una de ellas es la que indica el Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo del Gobierno de la Generalitat, quien ha elaborado una guía en la que señala más de 100 mascarillas que no se adecuan a los requisitos, en gran parte porque no tiene una suficiente retención de partículas. Es lo que vemos con los sucedáneos de las FFP2 y FFP3, o lo que es lo mismo: se han distribuido multitud de mascarillas aparentemente asimilables.
Que son aquellas que presentan mayor capacidad de filtración, pero que sean sucedáneas o que contengan propiedades parecidas nos las hace correctas, por lo que es común que en ocasiones ofrezcan serias dudas sobre su eficacia protectora debido a la dificultad de verificar su idoneidad. Otro punto al respecto son las de marcas como Like Love.
Muchas KN95 o N95 no están certificadas
Que se hacen ver con unas mascarillas de tipo FFP2 o KN95 pero que finalmente es un producto que no cumple el Reglamento sobre equipos de protección individual y la norma EN 149. Por tanto, queda descartadas. En general todas estas es habitual que provengan de China, lo que ya demuestra que debemos tomar ciertas precauciones.
Es lo que ocurre con las de GarryGalaxy, Daddy Baby o NEP, entre otras que podremos encontrar en muchas farmacias o establecimientos y que no cumplen con el cometido. Muchas otras KN95 o N95 se consideran falsificaciones o, directamente, no están certificadas por el organismo competente. Buen ejemplo de ello es la mascarilla 9501V de 3M, considerada una copia de la KN95 de 3M; estas no están certificadas.