Mientras ambos luchan por el campeonato mundial de Fórmula 1 2025, el equipo ya asume que un enfrentamiento en pista es cuestión de tiempo
En McLaren ya no se trata de “si” sucederá, sino de “cuándo”. La intensa lucha por el campeonato mundial F1 2025 ha puesto a Lando Norris y Oscar Piastri en una trayectoria de inevitable colisión. Con una diferencia de 10 puntos a favor del australiano, después de su brillante victoria de Oscar Piastri en Arabia Saudita, el equipo británico sabe que la competitividad entre sus pilotos es tan alta como peligrosa.
Aunque Max Verstappen y George Russell siguen en la pelea, la rivalidad Norris Piastri se ha convertido en uno de los focos principales del paddock. Hasta ahora, errores de Norris en clasificación y circunstancias de carrera han evitado el enfrentamiento directo, pero la cercanía en pista, como se vio en Japón, sugiere que ese momento puede llegar en cualquier gran premio.

La política de McLaren: confiar en sus pilotos
Durante su participación en el The Race F1 Podcast McLaren, Zak Brown dejó claro que el equipo confía plenamente en su alineación. “Sabemos que en la Fórmula 1, la presión genera momentos límite, pero confiamos en que nuestros pilotos lo gestionarán con madurez,” afirmó. Para Brown, permitir la competencia libre, como se hizo en Australia aunque con ciertas restricciones tácticas, es parte fundamental de la estrategia McLaren para esta temporada.
El directivo también subrayó que, en caso de producirse un toque entre ambos, se considerará simplemente un accidente en Fórmula 1, no una traición. Brown insistió en que la prioridad es mantener la armonía en el box y aprender de cualquier error, evitando caer en comparaciones como las tensas batallas de Suzuka entre Ayrton Senna y Alain Prost en el pasado.
Aprender del pasado para evitar errores futuros
El enfoque actual de McLaren no surge de la improvisación. La temporada anterior dejó momentos de alta tensión, especialmente cuando Norris y Piastri interpretaron de forma distinta los límites del juego limpio, como ocurrió en Monza. Este tipo de situaciones demostraron que, aunque se apliquen directrices internas, controlar al 100 % a dos pilotos competitivos resulta prácticamente imposible.
La dirección del equipo apuesta por asumir la realidad de la alta presión en la Fórmula 1 moderna. Según Brown, hablar abiertamente de la posibilidad de incidentes y tratarlos como parte natural del deporte es clave para proteger la cohesión del grupo. Así, McLaren refuerza su política de gestión de pilotos en McLaren, confiando en que su estrategia les permitirá mantenerse como protagonistas en el campeonato, sin que la rivalidad interna comprometa su rendimiento general.